5 cualidades que no describí de mí como mujer hasta que fui madre

Podemos llegar a ser más de lo que nunca pensamos

5 cualidades que no describí de mí como mujer hasta que fui madre

Autor: Meritxell Freixas

Podemos llegar a ser más de lo que nunca pensamos.

Ser madre te cambia la perspectiva de muchas cosas, entre eso también de ti misma. Descubres sentimientos y motivaciones totalmente nuevas, además de que no dejas de sorprenderte con todo lo que puede hacer tu cuerpo. Es un desafío para el que todo lo que eres saca más de su 100%, es realmente asombroso. Un nuevo viaje de conocerse a uno mismo, con características que nunca te podías imaginar.

madre

1. Nuestro cuerpo es asombroso

No puedes comprender lo maravilloso e inexplicable de tener a otra persona que está creciendo realmente dentro tuyo. Es decir, de verdad, ¿cómo es posible? Y generar leche en solo estas etapas, además de toda la energía que sale de nosotros. Me deja sin aliento.

2. Eres más valiente de lo que sabías

Genera un amor que tenías reservado solo para esto. Y que genera una especie de energía inagotable para que sepas que eres capaz de vencer todo obstáculo, y de salir adelante siempre, y de ser totalmente fiera. No te dejas asustar tan fácil, pues todo cambia dentro de ti.

3. Podemos contra todo cambio

Esa misma energía me hace saber que habrán circunstancias que no serán las mejores, en tu trabajo, con los hijos, lo que sea, comienzas a adaptarte mucho más rápido. Tienes un foco, tienes un real centro de tu vida, ya no puede variar, ni lo puedes posponer. Así que de alguna manera cambias el interruptor a un modo indestructible.

4. Nuestro instinto es un aliado

Muchas mujeres somos seguidoras de nuestro instinto. Pero a veces puede depender, qué sé yo. Como mamá, realmente esto se afila. De alguna manera el universo te avisa en tu mente, en tu corazón, que te preocupes por ciertas cosas, que tomes tal o cual camino, y es asombroso. Se afila aún más como madre,y claro, la experiencia siempre ayuda.

5. Te transformas en una máquina productiva

No importa que antes si estabas todo el día en casa, te quedabas tirada en la cama y apenas te daba para prepararte tu comida. Ahora puedes bañar, vestir, cocinar, jugar, ordenar, limpiar, hacer dormir, de todo en un día, y aún incluso trabajar y salir de compras también, y seguir con energía. Hay días buenos y malos, pero aún en los peores, estás gustosa de hacer eso. Y rindes mejor en todos tus ámbitos para poder disfrutar esos tiempos con tus hijos.


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