No existe un momento más crucial para la conservación de la vida en el planeta en la historia del ser humano que el actual. Las grandes industrias que vinieron aparejadas con la Revolución industrial y las tecnologías contaminantes, además del afán del hombre por el lucro y la ganancia a corto plazo, han configurado desde hace algunos siglos lo que está muy próximo a ser la más grande tragedia ambiental y ecológica de la que se tenga registro: el calentamiento global.
Lo que hace décadas se percibía como un escenario improbable, alimentado por nuestros mayores temores y digno de historias apocalípticas de ciencia ficción, hoy toca a la puerta de la realidad con una fuerza desmedida. La emisión de gases de efecto invernadero está aumentando de manera exponencial y dramática la temperatura en la Tierra. Los efectos de este fenómeno ya se comenzaron a sentir y si la tendencia se mantiene, ya no en los próximos cien años, sino un par de décadas más, los resultados serán catastróficos: derretimiento de polos y un aumento en el nivel del mar que ocasionará la extinción de especies animales y vegetales, además de una hambruna generalizada y desaparición de grandes masas continentales.
Sitios naturales, como la Gran Barrera de Coral australiana y las Islas Seychelles también han experimentado las primeras señales del cambio climático. Entre toda la hecatombe, también perecerán bajo el agua algunos de los sitios más icónicos de la humanidad. ¿Quieres saber cuáles son? Aquí los cinco más inmediatos:
Estatua de la libertad, Nueva York, Estados Unidos
A primera vista, parece imposible que una mole de 225 toneladas y 93 metros de altura sucumba bajo cualquier efecto climático; sin embargo, el ícono de Nueva York y de todo Estados Unidos corre el riesgo de desaparecer en menos de veinte años al ritmo en que aumenta la temperatura en la Tierra. La mejor advertencia fue el paso del huracán Sandy en 2012, que sumergió cerca del 75% de la base sobre la que se levanta la estatua y la mantuvo cerrada al público durante más de nueve meses por labores de reconstrucción de elementos dañados. La UNESCO colocó al monumento en estatus de riesgo serio de sufrir daños insalvables debido a la evolución de los huracanes en el Atlántico a causa del calentamiento global.
Venecia, Italia
La mágica ciudad italiana que no tiene calles, sino canales que conectan a cada una de sus 118 islas por encima del Mar Adriático, es el destino de más de 30 millones de viajeros anualmente, que acuden a ella en busca del romanticismo de sus puentes, la historia que guarda cada rincón y sus monumentos emblemáticos, como la Plaza de San Marcos con la Catedral y el Campanario. Pero la evidencia científica reciente no suena tan dulce como su historia. Cada año, la joya del Adriático experimenta un fenómeno conocido como acqua alta, que inunda los pasos peatonales y plazas. Las dos inundaciones más graves datan del siglo XXI: en 2004, las aguas alcanzaron 135 centímetros y cuatro años más tarde 156, registrando casi el 80% de la ciudad bajo el agua. Con el aumento del nivel del mar, Venecia será una de las primeras ciudades en padecer los efectos del cambio climático.
Cartagena de Indias, Colombia
La que fuera una de las primeras posesiones españolas en el continente americano, hoy una joya de historia y riqueza latinoamericana, es uno de los primeros blancos una vez que el nivel del mar aumente como se estima si la situación no cambia en corto plazo. Distintos estudios concluyen que para 2040, las zonas turísticas (Castillogrande, Bocagrande, El Laguito y el Centro Histórico), además de la zona portuaria e industrial de la ciudad, serán severamente afectadas a causa de las inundaciones o lluvias que propicien el calentamiento global. El gobierno colombiano puso en marcha un par de proyectos como respuesta al cambio climático y el inminente riesgo de Cartagena de Indias, un punto central para el turismo y la historia colombiana, de desaparecer con el aumento del nivel marítimo.
Isla de Pascua, Valparaíso, Chile
La belleza natural y enigmática cultura ancestral que se desarrolló en esta isla de la Polinesia chilena, hogar de las imponentes y misteriosas estatuas moái, además de uno de los principales destinos turísticos de Chile, está en riesgo de desaparecer como consecuencia del calentamiento global. La erosión costera ya inició y su avance se ha multiplicado desde 1990, un problema grave para las esculturas monolíticas que datan de más de 1500 años a. C., además de la población actual de más de 5 mil habitantes, que podría ser borrada del mapa en menos de dos décadas.
Stonehenge, Wiltshire, Inglaterra
El monumento megalítico más famoso del mundo cuya función aún es un misterio, podría terminar entre un montón de rocas erosionadas por la precipitación pluvial. La UNESCO advirtió al gobierno del Reino Unido sobre las altas probabilidades de que esta alineación de enormes bloques de rocas que data del neolítico desaparezca a corto plazo. Las causas principales que determinó un estudio son dos: el aumento de lluvias torrenciales en la región, además de la población creciente de topos que huyen hacia tierras más secas debido a la erosión costera, que provocaría la potencial destrucción del importante sitio ceremonial de los antepasados de la raza humana.
Estamos en la última llamada para evitar un evento de extinción de magnitudes inimaginables, el primer cataclismo a nivel planetario capaz de devastar gran parte de la vida como la conocemos. ¿Cuáles son los efectos diarios del calentamiento global en nuestro planeta mientras dormimos…