Lo normal ante un peligro o algo que nos amenaza es huir. Es nuestro instinto, pero no la mejor solución en según qué situaciones. ¿Quieres conocer los 5 peligros de los que nunca deberías huir? Algunos los conocerás, pero ten en cuenta cómo actuar si alguna vez te encuentras con alguno de ellos.
1. Un oso
Los osos son animales salvajes, grandes e impredecibles. También pueden correr muy rápido, por lo tanto, esto no es una opción. ¿Qué podemos hacer?
Para enfrentarte a un oso, lo mejor es no mirarlo directamente a los ojos y retroceder lentamente. Normalmente, solo quieren que los dejes solos, pero si su objetivo es hacerte daño ¡atento! También, puedes hacerte el muerto o ponerte agresivo. En ocasiones, los animales se amedrentan ante alguien que les hace frente sin temor alguno. Hacer ruidos fuertes y mostrarse agresivo puede hacer que el oso retroceda.
Actuar de esta manera puede servir de ayuda en situaciones similares con otros animales. Ten en cuenta que aunque sean superiores en tamaño la actitud puede, en ocasiones, salvarte la vida.
2. Una inundación
Cuando se sucede una inundación fruto quizás de un tsunami o exceso de lluvias lo primero que pensamos es huir, escapar. Esto puede ser efectivo, pero muy peligroso.
El agua puede arrastrarte con facilidad y provocar que determinados objetos colapsen contra ti. ¿Qué debemos hacer ante una situación como esta? Busca un sitio alto y espacioso. Nada de sitios cerrados que te conducirán a una muerte segura.
3. Un terremoto
Cuando el suelo empieza a moverse y las cosas comienzan a caer puede resultar difícil mantener la calma. Escapar mientras se está sucediendo un terremoto es de todo menos recomendable.
Lo ideal es alejarse de las ventanas, resguardarnos bajo una mesa o proteger nuestra cabeza mientras estamos pegados a una pared. Si nos encontramos fuera de casa debemos alejarnos de los edificios, de los árboles y cualquier tendido eléctrico.
4. Una persona con pistola
Al igual que un oso, una persona con pistola es totalmente impredecible. Correr no solucionará el problema pues puede ayudar a que la persona nos dispare y que la bala nos alcance.
¿Qué debemos hacer? Lo primero es no llamar la atención. Los llantos, la desesperación y el miedo provocarán que nos alteremos, pero lo mejor será mantener la calma y pasar desapercibido. De esta manera, aunque no puedas escapar al menos el portador de la pistola no se fijará en ti.
5. Una corriente de resaca
Cuando te encuentras en el agua y una corriente te arrastra lo primero que haces es intentar salir de esa situación. Esto no hará más que cansarte y que no logres tu objetivo. Esta corriente te arrastra mar adentro provocando que entremos en pánico.
¿Qué se sugiere en estos casos? Lo primero es dejar de luchar contra la corriente. Es mejor nadar paralelo a ella o ponerse boca arriba y dejarse llevar. Aunque esto último puede alejarte de la costa, al menos no te agotarás y podrás nadar luego hacia la orilla sin problemas.
¿Te has visto alguna vez inmerso en alguno de estos peligros? ¿Cómo has reaccionado? Esperamos que si os encontráis con alguno de los ya mencionados ¡no echéis a correr!
Imagen: Francisco Javier Gutierrez Zuñiga, Tambako The Jaguar, Fernando Reyes Palencia, Nacho Betancourt, Rodrigo Soldon.