Entramos a los restaurantes y compramos productos que a veces tienen “ingredientes secretos” que hacen que sepan simplemente genial. Ya sea algo simple, o algo absolutamente repugnante, los chefs a veces mantienen en secreto su elaboración. Por otro lado, los productos que adquirimos de las tiendas de comestibles también contienen algunas sustancias que si supiéramos realmente cómo se fabrican, quizás nunca los compraríamos. Jamás. Una vez dicho esto, en el artículo de hoy les mostraremos una serie de artículos cuya preparación podría hacer que dejes de comprarlos en las tiendas.
1. Gomitas
Si las gomitas y otros tipos de golosinas estaban entre tu dosis diaria de diversión cuando eras niño, y tal vez incluso ahora, puede ser difícil saber cómo se hacen realmente. Para empezar, los cerdos son desinfectados y asados antes de tener la piel pelada. Luego, la carne se amontona en una máquina que convierte la piel en un pegote congelado. A partir de ahí, la gelatina se prepara en cuerdas, y milagrosamente se transforma en trozos de caramelo masticable de tamaño apto para comer.
Ya que los geles producidos son termorreversibles, los caramelos se pueden derretir mientras se calientan en la boca. Tanto la textura como la cantidad de tiempo que tarda un caramelo en disolverse en la boca puede ser controlado por la cantidad de gelatina de su receta. Además, el pH se controla químicamente mediante la adición de ácidos, como el cítrico, láctico, fumárico y málico. También llevan aromatizantes, lubricantes y potenciadores del brillo, que contienen cera de abejas, aceite de coco, cera de carnauba, aceite mineral, aceite de soja hidrogenado, concentrado de pera y esmalte. Claro que, seguro que prefiere todo esto, al sabor de huesos y sobras cárnicas trituradas, ¿sí?
2. Palitos de cangrejo
Estos apetitosos palitos de cangrejo que a menudo compramos con el objetivo de acudir a ellos cuando no tengamos ganas de cocinar, son una forma de kamaboko, un marisco procesado hecho de almidón y pescado blanco finamente pulverizado (surimi), conformado y curado para simular carne de pata de cangrejo de nieve, o cangrejo araña japonés. Sin embargo, la cantidad de carne de cangrejo empleada es cero. La empresa Sugiyo de Japón produjo y patentó por primera vez la carne de cangrejo de imitación en 1973 mediante un tipo de escamas llamadas Kanikama.
En 1976, The Berelson Company de San Francisco, junto a Sugiyo, lo presentó internacionalmente. Si bien Kanikama sigue siendo su nombre común en Japón, comúnmente se conocen como palitos de cangrejo, palitos del océanos, piernas de mar y palitos de cangrejo de imitación. Las restricciones legales ahora les impiden ser comercializados como “palitos de cangrejo” en muchos lugares, ya que nunca han llevado carne de cangrejo. Los ingredientes principales son trigo, clara de huevo (albúmina), y la enzima transglutaminasa, además de aroma de cangrejo artificial y colorante rojo para el exterior.
3. Pringles
Primero debe saber que la empresa Pringles argumentó una vez que su alta cantidad de procesamientos y bajo contenido en patata realmente hizo que la compañía se constituyera como una que no fabricaba patatas fritas, sino sus propias Pringles (así evitaban pagar impuestos). Como los “snacks” son reconocidos como necesarios en el Reino Unido, no se gravan. Sin embargo, las patatas fritas son un bien de lujo, y están sujetas a impuestos. En lugar de tratarse de pedazos de patatas fritas, la compañía empieza con una mezcla de arroz, trigo, maíz y copos de patata, y los mezcla para darle forma.
De hecho, se podría decir que estas papas no son papas en absoluto. La masa de estos snacks se despliega como una hoja de pasta de galleta ultrafina y se les da la forma que tienen mediante una máquina. El corte es lo suficientemente complejo como para que las virutas estén completamente libres de masa extra. Después avanzan en una cinta transportadora hasta que se presionan en los moldes, dándoles la curva que las hace encajar una sobre otra. Esos moldes se sumergen en aceite hirviendo y se fríen unos segundos. Luego se secan, se rocían con sabores en polvo, y por fin, se apilan poco a poco. Se introducen en las latas (con espacio en su interior) y se dirigen a las bocas inocentes de los consumidores.
4. Zumo
Esto depende mucho de si se trata de zumo a base de concentrado de fruta o no. Primero se cultiva la fruta, donde se seleccionan las maduras y sanas para el jugo; Se lava a fondo y se limpia antes de ser exprimida. Una vez hecho esto, por lo general se pasteuriza ligeramente para mantenerlo fresco durante más tiempo, algo ampliamente aceptado que ayuda a proteger los nutrientes naturales y mantener calidad “premium. Sin embargo, si se trata de concentrado, el proceso tiene varias etapas más. El jugo es calentado por que el agua se evapore, o se puede ultrafiltrar para luego ser concentrada mediante la técnica de ósmosis inversa. ¡Así nace el concentrado de fruta! Después, el agua se agrega al concentrado y se mezcla para lograr un jugo de “calidad”. Al final se envasa de manera que se protejan las vitaminas y minerales de los efectos de la luz, el aire y la temperatura.
5. Pintalabios
Los ingredientes principales son la cera, el aceite, el alcohol y el pigmento. La cera implica alguna combinación de tres tipos: de abejas, de candelilla o la camauba (más cara). Aceites tales como el mineral, de ricino, lanolina, o el vegetal se añaden a dicha cera. La fragancia y el pigmento también se añaden, así como conservantes y antioxidantes, que impiden que el lápiz se vuelva rancio. La lanolina es una sustancia que se obtiene de la lana de oveja que es hervida para obtener la cera. Por si fuera poco, cada mujer se come a lo largo de su vida unos 4 kilos de lápiz de labios.
El proceso de fabricación es más fácil de entender si se ve entres pasos diferentes: la fusión y la mezcla de la barra de labios; verter la mezcla en el tubo; y empaquetar el producto para su venta. Dado que la masa del lápiz labial se puede mezclar y almacenar para su uso posterior, la mezcla se puede preparar mucho antes que el vertido. Una vez que todo está en el tubo, el empaquetado al por menos es muy variable, dependiendo de su comercialización.