Sólo a días de dar a luz, Pamela Díaz lucía una espectacular figura. Muchos se preguntaban qué hizo para no tener las clásicas marcas del embarazo, ya que parecía como si nunca hubiera estado embarazada.
Ahora, «la fiera» contó su secreto para lucir así: «mi doctora (ginecóloga de la Clínica Las Condes Solange Sahid) me regaló un pequeño retoque» . Además, señaló que se preocupó de no subir demasiado de peso durante el embarazo, ya que con sus hijos anteriores, según ella, engordó mucho «Con la Trini subí 34 kilos, con Mateo 22, y con la Pascuala apenas 12», señaló.
Y añadió: «Hace nueve años me hice una abdominoplastía y desde ahí no me volvió a aparecer guata. Si subo de peso me engordan los brazos, las piernas y el traste. A los seis meses de estar esperando a la Pascuala me salió algo de guata. Entonces la doctora (tras el parto) me cosió un poco los músculos, me arregló la parte baja de la guata y me cosió el tajo de la cesárea y el que me hicieron para la abdominoplastía. A diferencia de mis otros partos no necesité andar fajada después, salvo los dos días que pasé en la clínica», sentenció.
Sus palabras causan polémica debido a lo invasivo del procedimiento sólo para lucir más flaca. ¿Era necesaria tanta cirugía al poco rato de ser madre?