El dolor en los dientes es el principal motivo de consulta en las clínicas especializadas en odontología. Se trata de un síntoma muy incómodo cuya intensidad y características varían según la causa que lo origine.
Este se produce en las terminaciones nerviosas que se insertan en la pulpa del diente desde su raíz, ya que tanto el recubrimiento como el cemento dental son insensibles.
Esta área tiende a inflamarse con facilidad y puede sufrir alteraciones por el ataque de varios tipos de microorganismos.
La mayoría de las personas lo padecen como algo pasajero, mientras que unos cuantos tienen que combatirlo por tiempo prolongado.
En cualquier caso, es determinante saber cuál es su origen y consultar al dentista para encontrar el tratamiento más apropiado.
En el espacio que tenemos a continuación vamos a revelar esos 6 responsables de dolor que muchos no tienen en cuenta.
¡Descúbrelos!
1. Sensibilidad dental
La sensibilidad dental es el dolor que se produce tras comer o beber algo demasiado caliente, frío, ácido o dulce.
Este se origina por el desgaste del esmalte dental o el retraimiento de las encías, lo que desprotege la dentina.
En esta última existen unos poros que conectan con los túbulos, en los que se insertan pequeñas terminaciones nerviosas, que son las que emiten el dolor.
Una higiene dental deficiente, las enfermedades periodontales y el bruxismo son algunos de los responsables principales de este problema.
2. El bruxismo
El bruxismo es una condición frecuente que se produce cuando el individuo aprieta sus dientes en forma involuntaria, ya sea durante su periodo de descanso o mientras hace las actividades de la jornada.
Este trastorno hace que se debilite el esmalte dental y, por la presión que se ejerce, puede verse afectada la densidad del diente.
3. Caries
Consiste en una afección multifactorial que se caracteriza por la destrucción de los tejidos del diente debido a la desmineralización.
Es el resultado de una higiene inadecuada, el consumo excesivo de azúcar, el desgaste dental y otros factores que permiten la proliferación de los patógenos.
Su desarrollo puede derivar en halitosis, sensibilidad dental y un dolor que varía según el grado de gravedad en que se encuentre.
4. La salida de las cordales
Conocidas también como las “muelas del juicio”, las cordales originan un fuerte dolor que viene acompañado con molestias como la fiebre, la sensibilidad y la pérdida de apetito.
Las encías en el área afectada tienden a inflamarse y el individuo siente molestias con casi todo lo que lleva a la boca.
Como son las últimas muelas que aparecen, es muy difícil distinguir si están comenzando a asomarse o el dolor se debe a otra cosa.
En caso de sospecha, es mejor consultar con el experto para evaluar lo que ocurre y el proceso que conviene seguir para calmarlo.
5. Un diente roto
Los traumatismos dentales o rompimiento de la pieza generan un dolor intenso que solo se disminuye con el consumo de analgésicos y un riguroso tratamiento.
Este se puede originar por morder algo demasiado duro, sufrir un golpe o tener un accidente que comprometa la boca.
En esta situación el dolor incrementa al momento de comer, sobre todo si los alimentos están a temperaturas frías o calientes.
Muchos de los casos se perciben a simple vista mientras que otros solo se pueden diagnosticar con una prueba de rayos X.
Es importante consultar de inmediato al dentista porque la falta de tratamiento puede conducir al daño definitivo de toda la pieza dental.
6. Artritis dental
El término “artritis” nos hace pensar de inmediato en la enfermedad que se desarrolla por la inflamación en las articulaciones.
Sin embargo, al hablar de la artritis dental nos referimos a la inflamación que sufre el ligamento que sostiene la raíz del diente.
Algunos expertos en salud bucal aseguran que el término “artritis” no es del todo correcto en este caso, porque no tiene nada que ver con la patología que todos conocemos.
Esta ocasiona un dolor intenso y, algunas veces, dificulta la ingesta de alimentos y el cepillado.
Entre sus causas principales destacan:
- El uso de aparatos inadecuados o implantes demasiado estrechos.
- La falta de tratamiento oportuno de las caries.
- Un traumatismo sobre el ligamento.
Una correcta higiene bucodental, como mínimo tres veces al día, es primordial para evitar el dolor y las enfermedades en los dientes.
No hay que olvidar el uso diario de hilo dental o cepillos interdentales para acceder a las zonas más difíciles.
Fuente: Mejorconsalud