Recalentar las comidas es un hábito muy común que sirve para disfrutar un plato en horas posteriores, o bien reducir el desperdicio de alimentos.
Si bien es una práctica que se ha mantenido durante muchos años en todo el mundo, hace poco se determinó que en algunos casos puede resultar peligroso para el organismo.
El Consejo Europeo de Información para la Alimentación (EUFIC) advirtió de que almacenar o recalentar alimentos cocinados de forma inapropiada puede traer consigo varias consecuencias para la salud.
Esto se debe a que ciertos tipos de bacterias crecen de forma desmedida cuando se les brinda un ambiente con temperaturas entre los 5 ºC y 65 ºC.
Como consecuencia, incrementa el riesgo de intoxicación alimentaria y problemas digestivos como la distensión, los cólicos y los gases.
Teniendo en cuenta que muchos desconocen cuáles son las comidas que no se deben recalentar, a continuación queremos dar los detalles de las 6 más comunes.
1. Arroz
El arroz es uno de los alimentos que más se recalientan en las horas o días posteriores a su preparación.
Si bien su sabor y textura se conservan bien a temperatura ambiente, el granocontiene unas pequeñas esporas de bacterias que pueden provocar intoxicación al ser estimuladas con el calor.
Después de su primer cocción, cuanto más pasa el arroz a temperaturas altas, más probabilidad hay de que desarrolle agentes tóxicos.
Lo idóneo es ingerirlo recién cocinado y, en lo posible, no dejar pasar más de 24 horas para consumirlo en su totalidad.
La intoxicación por arroz provoca malestar estomacal, inflamación y, en los peores casos, vómitos y diarrea.
2. Patatas
Las patatas son un alimento nutritivo que podemos emplear en la preparación de recetas frías y calientes.
El riesgo ocurre cuando se recalientan a temperaturas demasiado altas o se mantienen mucho tiempo fuera del refrigerador.
En estas se producen esporas que, al llegar al organismo, desarrollan molestias digestivas y síntomas de intoxicación.
Además, al ser sometidas al calor nuevamente, su sabor se altera y pierden muchas de sus propiedades nutricionales.
La mejor forma de reutilizarlas para evitar su desperdicio es con la elaboración de un puré o ensalada fría.
3. Apio
Muchas personas prefieren utilizar apio crudo porque consideran que le da un sabor muy interesante a las ensaladas y las cremas.
Sin embargo, cuando se utiliza en recetas calientes lo más apropiado es ingerirlo todo recién preparado para no correr el riesgo de intoxicación por el recalentamiento.
Este vegetal contiene nitratos que, al ser sometidos al calor, generan sustancias perjudiciales para la salud.
De hecho, en altas concentraciones, estas puede convertirse en nitritos y aumentar el riesgo de cáncer.
4. Remolacha
La remolacha es una hortaliza muy popular que se ha valorado en la medicina natural por su significativo aporte de antioxidantes, vitaminas y minerales.
El problema que ocurre al someterla a temperaturas altas es que, al igual que el apio, tiene una cantidad mínima de nitratos que no son del todo buenos para la salud.
Por otro lado, los expertos en nutrición sugieren que la mejor forma de aprovechar sus propiedades es cruda, ya sea en batidos o ensaladas.
5. Pollo
Para consumir pollo con seguridad es importante verificar que cada una de sus partes quede bien cocinada.
La salmonella es muy común en las aves y su cocción insuficiente incrementa el riesgo de infección.
Se debe verificar que la porción no quede con partes rosadas o demasiado jugosas.
Por otro lado, para evitar dificultades digestivas, se recomienda consumirlo recién preparado y no recalentado.
Aunque el sabor parece conservarse bien, su composición de proteínas cambia y ocasiona reacciones negativas en el estómago.
En caso de no consumirlo en el tiempo dicho, se puede calentar posteriormente, siempre y cuando sea a una temperatura baja.
6. Champiñones
Las proteínas de los champiñones se destruyen con facilidad debido a la acción de las enzimas y algunos microorganismos.
Debido a esto, mantenerlos a temperatura ambiente, tras cocinarlos, es letal.
No se recomienda recalentarlos después de su proceso inicial de cocción porque causan inflamación abdominal, distensión y, algunas veces, diarrea.
No obstante, al parecer no existe problema si se calientan a una temperatura superior a los 70 ºC.
Para finalizar, ten en cuenta que todos los ingredientes de tus comidas son diferentes y sufren diversos cambios al someterlos a altas temperaturas.
La próxima vez que calientes tus comidas cúbrelas con una tapa para que el calentamiento se dé de forma homogénea.
Fuente: Mejorconsalud