La pérdida de grasa abdominal es una de las mayores dificultades que se presentan cuando se hacen esfuerzos para bajar de peso.
A pesar de que la grasa puede acumularse en muchas áreas del cuerpo, es precisamente en el vientre donde más se tiende a depositar.
Si bien el ejercicio físico y una alimentación saludable ayuda a rebajarla, casi siempre se requieren mayores esfuerzos para conseguir buenos resultados en poco tiempo.
El inconveniente es que para muchos es difícil llegar a la meta, ya que cualquier antojo o descuido puede acabar con las semanas o meses de trabajo.
Debido a esto es primordial tener toda la voluntad posible y estar comprometidas con las medidas necesarias para rebajar volumen.
En el espacio que tenemos a continuación queremos revelar esas 6 claves que todas pueden tener en cuenta para decirle adiós a la acumulación de grasa.
¿Te sientes lista para el reto?
1. Evitar el consumo de azúcar refinado
El consumo excesivo de azúcares refinados, incluyendo las bebidas carbonatadas y refrescos, tienen efectos negativos sobre la salud metabólica.
Esta contiene glucosa y fructosa que, al sobrecargar las funciones del hígado, lo obligan a almacenar más cantidad de grasa.
A esto se suma su alto aporte de calorías, que puede ser más del recomendado cuando proviene de refrescos, bizcochos y otros alimentos industriales.
2. Aumentar el consumo de proteínas
El consumo de proteínas es una de las mejores estrategias a largo plazo para perder peso. Está demostrado que este micronutriente tiene la capacidad de reducir los antojos hasta un 60%, además de mejorar la función metabólica y el gasto energético.
Cuando la meta es reducir medidas del abdomen, las proteínas en el desayuno son un gran apoyo dentro de la alimentación.
Estas no solo combaten la obesidad, sino que ayudan a incrementar la masa muscular para una figura más esbelta y saludable.
En este sentido se recomienda que la cantidad de proteínas diarias sea el equivalente al 25 o 50% de las calorías totales.
3. Incrementar los alimentos ricos en fibra
La fibra dietética es un nutriente esencial dentro de cualquier plan de alimentación ya que, además de ser clave para la digestión, también participa en la eliminación de los lípidos y el control de la ansiedad.
La que más se recomienda en este caso es la fibra viscosa, que al enlazarse al agua forma un gel que se asienta en el estómago.
Este gel aumenta la absorción de nutrientes en el intestino y reduce de forma notable el apetito.
Unos 14 gramos de este tipo de fibra puede reducir hasta un 10% el consumo total de calorías, lo que a la larga favorece la pérdida de kilos.
Los alimentos que contienen esta fibra son:
- Las legumbres
- Las semillas de lino
- Las semillas de chía
- Los espárragos
- La avena
- Las coles de Bruselas
- La manzana
4. Hacer más ejercicio aeróbico
La práctica diaria de ejercicio aeróbico es uno de los mejores hábitos que se pueden practicar cuando se quiere tener un peso estable y una buena calidad de vida.
Este aumenta el ritmo del metabolismo y activa la circulación para favorecer la eliminación de las toxinas retenidas en el cuerpo.
Está demostrado que es una de las mejores actividades cuando se trata de reducir grasa abdominal aunque, en lo posible, se debe complementar con entrenamiento de fuerza.
Dedicándole por lo menos 30 minutos al día se reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad y enfermedades inflamatorias.
5. Consumir más agua
Tanto la deshidratación en el organismo como la sensación de sed se han relacionado con la tendencia a consumir más alimentos azucarados y ricos en grasas.
Esto, sumado a los efectos que tiene en los órganos excretores y el metabolismo, explican por qué es tan importante aumentar la ingesta de agua diaria.
Tomar entre uno y dos litros de agua al día es clave para lograr un vientre plano y eliminar las toxinas.
La cantidad exacta para cada organismo se puede calcular multiplicando 35 ml por cada kilo de peso. Es decir, una persona de 65 kilos debe ingerir unos 2.275 ml al día.
6. Dormir el horario adecuado
El horario de sueño tiene mucho que ver con el buen funcionamiento del metabolismo y su capacidad para eliminar la grasa.
Aunque esto no quiere decir que dormir todo el tiempo nos vaya a quitar el exceso de kilos, sí es esencial tener en cuenta que el descanso es fundamental para la salud y el peso.
Lo recomendado por los expertos es lograr un sueño sin interrupciones de 7 a 8 horas diarias.
Como acabas de ver, con hábitos muy elementales se puede hacer mucho para acabar con el exceso de grasa en el abdomen.
Lo fundamental es adoptarlos como un estilo de vida para que sus efectos sean continuos y duraderos.
Fuente: Mejorconsalud