Una chica del Reino Unido tuvo una infancia muy difícil: nunca se sintió bien con su cuerpo. Al cumplir 17 años, y tras conocer a los amigos que tiene hasta el día de hoy, decidió contarle a su familia que era transexual.
Inmediatamente, sus padres la apoyaron y comenzó con el tratamiento hormonal que la convertiría en un chico llamado Hayden Cross. Desde ese entonces, asegura que nunca se había sentido tan feliz.
Pero las cosas no acaban ahí. Hoy tiene 20 años y se dio cuenta de algo que la hizo frenar el tratamiento por un tiempo: quiere tener un hijo biológico y siente que si finaliza su proceso para ser un hombre ya nunca podrá tener un bebé en su vientre.
Por ende, sus ganas de querer ser un hombre al 100% se vieron truncadas y hoy sólo anhela tener su propio hijo.
A raíz de eso, es que decidió congelar óvulos y comenzó una búsqueda por Facebook para encontrar a alguien que le donara esperma, luego de que el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) le negara cualquier tipo de ayuda.
Así, encontró a una persona que se vio dispuesta a prestarle ayuda «Básicamente encontré a un donante de esperma en Facebook. Encontré a alguien ahí, hablamos por un par de días y desde ahí comenzamos. Fue a mi casa, lo puso en un envase y luego yo hice el resto del procedimiento, solo. Ni siquiera sé su nombre», señaló.
Semanas después el test dio positivo y Hayden, por fin, había logrado embarazarse. Tras su llamativa historia, es que fue invitado a un programa de televisión en donde contó que ha sufrido múltiples amenazas, incluso de muerte, por su condición.
«Me han amenazado con pegarme, incluso me han amenazado de muerte, no fue una decisión fácil y he tenido que retrasar mi tratamiento por un año», confesó.
También se le consultó sobre cómo abordará el tema cuando su hijo esté grande y haga preguntas respecto a su condición, a lo que él señaló que «espera que su hijo sea tan abierto de mente como él».
Esperemos que el embarazo de este chico sea tranquilo y sin mayores complicaciones y que algún día la gente deje de insultarse y amenazarse por redes sociales. Cada uno es libre de decidir qué quiere hacer con su cuerpo y si ese bebé viene al mundo con amor, es lo que vale.