Porque sí, es cierto que de un tiempo a esta parte las sociedades y las expectativas culturales del mundo nos han introducido de manera violenta hacia el consumismo. Pero tampoco somos gente tan estúpida. Por eso acá van siete mentiras comerciales que (espero) ya nadie crea:
- En el “abre-fácil”. La coyuntura de estas dos palabras no resiste a mucho análisis puesto que su finalidad es obvia. El abre-fácil sugiere que el producto está diseñado para que puedas abrirlo cuanto antes y por supuesto disfrutar de su contenido de manera expedita y sin renuncios.
Pero todos sabemos que la realidad dista de esta ilusión. Hay abrefáciles cuyos diseñadores odiaban al mundo y ahora el mundo los odia de vuelta porque terminas ocupando cuchillos, tijeras y hasta un alicate para abrir un paquete de fajitas o para comer un par de torrejas de queso.
- En los comerciales de Shampoo y absolutamente todos sus derivados. Desde que tengo memoria que las empresas que fabrican estos productos están poniéndoles cosas adicionales que mágicamente van a transformar tu pelo en una seda, en una especie rara y poco conocida de brillo y suavidad: que jalea real, flores de la isla perdida de la Atlántida, extractos de no sé dónde y que seguro te dejan el pelo igual que el de Gisselle Bundchen o Cristiano Ronaldo y tristemente son puras mentiras. O falacias como diría el ilustre Eduardo Vargas.
…Para qué entrar en el tema del shampoo para la caspa.
- En que hay ciertas toallas higiénicas que te van a hacer sentir súper activa, sexy y segura. Porque claro, ese es el problema, la toalla. No el hecho de que sangras por cinco días y no tienes una nube negra, eres la nube negra.
- En los desodorantes que garantizan que las mujeres te seguirán. Yo no soy hombre y chiquillos, honestamente no sé si les ha pasado. Pero jamás en mi vida he visto a un hombre chocolate ni a un tipo que porque huele a desodorante lo sigan las féminas hasta el punto de aburrirse de ellas.
- En las imágenes de comida rápida. Cuyas proporciones estratosféricas, en donde parece que pudieses alimentar a una familia durante varios días son solo de foto. Porque la hamburguesa en la vida real no se ve ni tan deliciosa, ni tan grande. Las pequeñas decepciones de la vida.
- En que hay bebidas energéticas que te dan alas. O energía, o te hacen más rudo. A uno no le salen alas. Si tal cosa existiera nadie tomaría una micro ni caminaría al trabajo, ni gastaría plata en bencina pudiendo comprar un par de alas por menos de dos lucas. Es esa cantidad absurda de mentiras y recursos para disfrazar un producto que a lo más te da taquicardia y una cantidad excesiva de calorías que seguramente no necesitas.
- En los hágalo usted mismo de las grandes tiendas del hogar. Porque estimados, si pudiésemos hacerlo nosotros mismos, es más si quisiéramos hacerlo nosotros mismos este mundo no sería lo que ya es y las posibilidades serían infinitas. Hay gente que simplemente no puede, o pregúntenle a todos los pequeños fracasos que venimos sufriendo desde la niñez con art attack. A todo esto, vuela alto Rui Torres. Eternos homenajes a ti y a tu motricidad fina.