En lo que tiene que ver con los cuidados de la piel hay una serie de mitos que durante años se han extendido por todo el mundo, creando ideas equivocadas.
Con la facilidad que se tiene hoy en día con la tecnología, cada vez es más fácil acceder a todo tipo de información en cuanto a estética y prevención del envejecimiento.
Sin embargo, no todo lo que se dice es cierto y en ocasiones lleva a malinterpretaciones que, al final, generan decepción o efectos negativos.
Es importante conocer cuáles son esas falsas creencias y qué alternativas existen para no volver a cometer errores.
En esta oportunidad queremos compartir esos 7 mitos comunes que suelen tenerse con respecto a la belleza y conservación de la piel. ¡Descúbrelos!
1. Las cremas pueden borrar las arrugas
Por más compuestos activos que contenga, las cremas antiarrugas no pueden eliminarlas por completo cuando ya han aparecido.
En algunos casos son útiles para atenuarlas y reducir la presencia de manchas u otros signos de la edad; sin embargo, para que se eliminen más del 90%, es necesario acudir a inyecciones de ácido hialurónico u otros tratamientos profesionales.
Eso sí, en cualquier caso, el uso de protector solar desempeña un papel fundamental en la prevención y tratamiento antiedad.
2. Los jabones antibacterianos son lo mejor para limpiar la piel
¡Cuidado! Si bien esta clase de productos elimina muchas bacterias dañinas para el cuerpo, casi siempre causa un desequilibro en aquellas que cumplen la función de proteger.
De hecho, en varias ocasiones se ha sugerido que estos jabones pueden ayudar a las bacterias a ser más resistentes ante los antibióticos.
Por tal razón se desaconseja su uso frecuente y se sugiere utilizar un producto natural desinfectante como el limón o el bicarbonato.
3. Comer chocolate causa acné
En este caso puede depender del grado de acné y la respuesta del organismo de cada persona. Hay quienes lo consumen y no tienen problema, mientras que otros presentan un empeoramiento por el aporte de grasa que este les supone.
Aunque hasta el momento no hay pruebas suficientes para asegurar que este alimento provoque este trastorno cutáneo, sí se recomienda disminuir su consumo cuando se nota que la grasa empeora la condición.
En el resto de los casos se puede comer sin problemas, pues de hecho, contiene antioxidantes que reducen el impacto de los radicales libres.
4. La vitamina E borra las cicatrices
Las cicatrices en la piel son marcas muy difíciles de eliminar y casi siempre se requiere algún tipo de tratamiento profesional para recuperar el estado normal de la piel.
La vitamina E desempeña un papel fundamental en la regeneración, pero eso no quiere decir que sea una cura contra esta alteración.
Su consumo y su aplicación son un complemento del tratamiento, pero lo único que consigue es disminuir su apariencia.
5. El acné se supera con el tiempo
Por desgracia para muchas esto no es cierto. El uso de productos estéticos antiacné puede minimizar su presencia, pero las que tienen una fuerte tendencia a desarrollarlo deben lidiar contra él toda su vida.
Los ciclos menstruales, el embarazo y la misma menopausia ocasionan cambios hormonales que pueden hacer sufrir algún grado de este trastorno en la adolescencia, a los 30 e incluso a los 40 años de edad.
6. Las manchas en la piel son inevitables por la vejez
Muchos de los cambios que sufre la piel a medida que pasan los años forman parte de su proceso biológico de envejecimiento.
Sin embargo, en el caso de las manchas, es importante dejar claro que la mayoríase pueden prevenir porque son producto de la exposición a los rayos UV del sol.
Si se tratan desde edades tempranas y se usa protector solar con frecuencia, las probabilidades de tenerlas en la tercera edad son mínimas.
7. El bronceado es perjudicial
Por los efectos dañinos del sol en la actualidad se dice que el bronceado es perjudicial y aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Lo cierto es que, si bien los rayos UV son la causa principal de esta enfermedad, el exponerse con cuidado no representa riesgo alguno.
Lo esencial es utilizar un protector solar de al menos un SPF (factor de protección solar) 30, buscar el sol en horarios donde no sea tan intenso y, sobre todo, evitar que sea por tiempo prolongado.
Si es necesario, este se ha de hacer de manera gradual.
¿Tenías alguna de estas creencias? Ahora que ya conoces su verdad las podrás evitar y podrás actuar con más precisión cuando lleves a cabo tus rutinas de belleza.
Fuente: Mejorconsalud