1. Que no sientes la necesidad de encajar con el resto
No te importa lo que esté “de moda” o lo que esté “pasando”, de hecho, prefieres distinguirte de la multitud. Te encanta ser diferente y distanciarte de la manada.
2. Que eres único
Ni los diseños sobre tu cuerpo, ni las ideas en tu cabeza podrían ser replicadas por otra persona.Eres diferente y eso es algo que se puede presentir con tan solo mirarte.
3. Que no le temes al dolor
Hacerse un tatuaje es bastante doloroso. Sin importar lo que cualquier persona te trate de decir, te estás inyectando tinta a la dermis con una aguja… Pero en el fondo, sabes que algo hermoso merece un poco de dolor.
4. Que no eres ajeno a un compromiso para toda una vida
La decisión de tatuarse no es algo fácil ya que es para toda la vida. Hacerlo habla de que no temes comprometerte con algo a largo plazo.
5. Que no te preocupa lo que las otras personas piensen de ti
No te preocupa lo que cualquier persona piense sobre de ti e irradias esta vibra desde todos tus diferentes y coloridos tatuajes.
6. Que te mantienes firme en tus convicciones
Crees firmemente en un amplio rango de tópicos distintos y, a modo de tributo, con frecuencia te los tatuarás en el cuerpo. Estos tatuajes son un simple microcosmos de tu conjunto de valores y siempre apoyarás las cosas en las que crees.
7. Que aprecias el arte
No ves los tatuajes como un simple adorno, sino que como una forma de expresión artística.
8. Que no vives con arrepentimientos
Los tatuajes no vienen con tickets de cambio o con la opción de rehacerlos, así que una vez que cruzas esa línea, no suele haber una manera de volver. O, al menos, no sin someterte a algún tipo de cirugía láser.
Porque todos somos una fusión de elementos que nos definen, pero sólo algunos nos hacen únicos e inimitables: como los tatuajes.
Fuente: Upsocl