1. Los celos
No lo conoces tanto, ni tampoco a sus amigas, por lo que cualquier ser humano con cabello largo es una amenaza. Sin embargo a medida que la relación crece, crece también la confianza y los celos pasan a segundo plano. Esa “amiga” despampanante resultó ser su hermana.
2. Buscas problemas donde no los hay
Estas acostumbrada a otra cosa. A esas relaciones donde las discusiones son más que los momentos felices, por eso te parece que si no hay problemas, entonces algo tiene que estar mal, y esa ansiedad te hace crear problemas en donde no existen. Con el tiempo te das cuentas que hay peleas, pero que es posible tener una relación civilizada, en donde las discusiones son siempre constructivas.
@skbrunomars
3. Que todo es demasiado bueno para ser verdad
A la larga te das cuenta que no es tan perfecto, pero eso te hace amar la relación aún más.
4. Que no te comparas con su ex
Pero luego te das cuenta de que eso es exactamente lo que le gusta de ti, que eres todo lo que ella no.
5. O que eventualmente tu lo compararás a él con el tuyo
Y bueno, quizás lo hiciste, pero eso solamente te volvió a reafirmar que él es el elegido.
6. Que no le caerás bien a sus amigos y familiares
Sin embargo más tarde eres simplemente tú, y te adoran.
@juliettemasson98
7. Que esas pequeñas mentirillas que dijiste cuando salían salgan a flote
Algo así como que AMABAS el deporte cuando en realidad lo único que haces es zapping. Ups. Bueno, cuando sientes que es para siempre, esas cosas pasan a segundo plano, porque con el tiempo él aprende a querer esas diferencias que tienen, igual que tú.
8. Que esto simplemente no durará
Cuando te gusta demasiado una persona simplemente no puedes controlar ese temor a perderlo. Los lazos todavía no son tan estrechos por lo que piensas que cualquier paso en falso puede ser letal. Sin embargo, cuando pasas esa etapa y sientes que esto ya va bien encaminado, dejas esas tontas inseguridades de lado, y solo te lanzas, dando lo mejor de ti
9. Que las mariposas en el estómago eventualmente pasarán
Y sí, quizás lo hacen, pero no se destruyen, sino que se transforman en otros sentimientos como admiración, fortaleza, compañía, y amor del bueno.