La anciana vivió la mayor parte de su vida en una zona rural de Tennesse, Estados Unidos, trabajando en la cosecha de algodón y dedicándose a la crianza de sus 4 hijos.
“He escuchado a gente hablar sobre lo maravilloso que es el mar y yo quería verlo, pero nunca tuve la oportunidad de hacerlo”, dijo Ruby. Su viaje, con todos los gastos cubiertos fue posible gracias a Brookdale Senior Living Solutions, el centro donde ella vive y a Wish of Lifetime, una ONG que se encarga de conceder deseos.
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