Una trabajadora de una tienda para niños en Rusia ha caído enamorada del asesino en serie más prolífico y salvaje del país desde la caída de la Unión Soviética.
Alexander Pichushkin, de 42 años, asesinaba a una víctima por cada casilla de un tablero de ajedrez, enterrándoles botellas de vodka quebradas en sus cabezas. El asesino de masas fue declarado culpable de matar a 49 víctimas; aunque él afirma que su sangrienta cifra está más cercana a las 60 víctimas.
Ahora languidece, merecidamente, al interior de una colonia penal siberiana de la cual es imposible escapar. Ubicado en el pueblo de Kharp en el Ártico al norte de Siberia, está creada para que los reclusos mueran tras las rejas.
Sin embargo, «Bitsa Park Maniac», apodo del asesino, se ha convertido en un imán para las mujeres. En especial, una mujer de Siberia, que trabaja en el taller para niños, ha ganado un lugar especial en su corazón. Incluso se hace llamar Natalya Pichushkin, apropiándose del apellido del criminal como si ya estuviesen casados.
De 29 años, Natalya, desde Nyagan, también la cuna de la campeona de tenis Maria Sharapova, ha hablado correctamente por primera vez para explicar su obsesión por Pichushkin, a pesar de que sólo se han comunicado por carta y no se han visto nunca.
Recientemente, Natalya, negó informes de que ella había abandonado al delincuente, quejándose de que sus cartas han sido bloqueadas por las autoridades durante dos años.
Al llamar al asesino por el nombre de su mascota Sasha dijo: «Nada ha cambiado desde que se me propuso».
«Lo que la gente dice no me importa. Yo lo amo más que la vida misma. Nunca pasó por mi mente desprenderme de él».
«No he recibido cartas de Sasha en los últimos años. Pero los dos sabemos que no depende de nosotros. Los empleados de la institución donde cumple su condena no quieren que nos comuniquemos».
Ella se quejó: «No sé qué he hecho, o porqué me hacen esto a mí. Él es mi todo. No tengo nada en este mundo sin él. Estoy muerta sin él».