A pesar de las guerras comerciales Huawei ya es la segunda proveedora de smartphones a nivel mundial

A pesar de que pocos podían haberlo previsto, podemos decir que Huawei le ha ganado la batalla a Apple dentro de la guerra comercial EEUU-China, ya que con un 16% de cuota de mercado y la friolera 238,5 millones de unidades vendidas, la tecnológica china se ha situado durante el 2019 como la segunda mayor compañía de telefonía móvil, tan solo por detrás de la coreana Samsung.

¿Puede que precisamente haya sido la guerra comercial la causante de la escalada? La guerra no es buena para los negocios, pero hay quienes se han tomado el pulso comercial chino-estadounidense como una cuestión patriótica, sin embargo, en esta guerra los jóvenes no se alistan para honrar a la bandera. Más bien utilizan sus tarjetas de crédito a discreción para adquirir producto nacional, Huawei, en vez de smartphones extranjeros, Apple, a pesar de que ambos los fabrican en el mismo país.

El 60% de las ventas en el mayor mercado del mundo

60% es el porcentaje de las ventas totales de Huawei que se da en su tierra, China, un país que durante el presente siglo ha crecido de forma espectacular y ya no es la fábrica de productos de dudosa calidad de la última mitad del siglo XX. Ahora es una nación con una importante clase media y que exporta tecnología propia de última generación, a la par que pugna por liderar incluso la carrera espacial (icono de la hegemonía tecnológica de los EEUU), todo ello porque ya controlan y desarrollan su propio Know How, valor intangible y fuente de la verdadera riqueza.

Conocimiento como activo

Si antes era Occidente el que acudía a China trayendo sus diseños a cambio de que la inagotable mano de obra del gigante asiático fabricase para ellos, ahora es China la que inventa y diseña, y debe buscar quién fabrique barato, quedándose ella la parte del león.

¿Realmente es tan importante el conocimiento? Pues sí, potencialmente es una fuente de riqueza, por ejemplo tenemos el conocimiento financiero que puede ayudarnos a invertir en los mercados, ya sea de la forma tradicional a través de mercados regulados, o haciendo trading con CFDs a través de brókeres online.

En el trading con CFDs operamos mediante contratos por diferencia (que es lo que significan las siglas CFD en inglés), por diferencia entre la cotización de un activo entre el momento actual, que es cuando abrimos la posición, y un momento futuro en el que cerremos nuestra posición. En ese intervalo la cotización se habrá movido, devaluándose o apreciándose, da igual, lo único importante es que nosotros nos hayamos situado a favor del movimiento, si nos colocamos en corto, es porque creemos que va a bajar, si nos colocamos en largo, es porque creemos que va a subir.

¿Cómo es posible ganar si el activo con el que negociamos se deprecia? Pues porque no lo poseemos, y por lo tanto no necesitamos que gane valor para que nosotros saquemos beneficio, tan solo utilizamos nuestro inmaterial conocimiento del mercado para colocarnos a favor de la tendencia y de este modo generar beneficios.

También necesitamos una inversión inicial, depósito que realizaremos al abrir la cuenta y antes de comenzar a operar, puede ser modesto, ya que el apalancamiento inherente a los contratos por diferencia actuará de multiplicador de potenciales beneficios, pero también de pérdidas. Esto se debe a que el apalancamiento es básicamente deuda que nos presta el bróker para financiar la mayor parte de nuestra operación, y que nos permite abrir grandes operaciones con un modesto depósito en proporción. Con un apalancamiento 1/10 por ejemplo, se invierte como si se tuviese diez veces más de lo que hemos depositado. El dinero que utilicemos deberá ser dinero que podamos permitirnos perder, ya que ganar exposición al mercado a costa de deuda nos puede llevar a perder nuestro deposito rápidamente (ya que beneficios y pérdidas se calculan sobre el total de nuestra operación y se suman o restan del depósito de nuestra cuenta). Además, no todos los brókeres ofrecen protección frente a balances negativos por lo que podríamos llegar a endeudarnos si las pérdidas superan el depósito de nuestra cuenta.

Por supuesto esto no es nada sencillo y requiere de constancia y estudio del material que podemos encontrar en las plataformas de los brókeres donde operemos u otras páginas especializadas, y aun así hay una mayoría de traders que terminan por perder su dinero, quizás por impaciencia o falta de sangre fría.

“Si te deprimes frecuentemente y no dejas de quejarte, esto se vuelve parecido al alcoholismo: cuando más bebes, peor se vuelve. En tu camino hacia el éxito te darás cuenta de que las personas exitosas no se quejan y no lloran” – consejo de Jack Ma, fundador de Alibaba, recopilado por Forbes.

Puede que sea excesivo decir que las personas con éxito no se quejan nunca, pero no es menos cierto que el fracaso es parte del camino al éxito, eso sí, sí de aprender la operativa del trading estamos hablando, recomendamos encarecidamente que esos fracasos sean con dinero ficticio, es decir, en una cuenta demo.