10 inseguridades que todas las mujeres debemos resolver antes de los 30

Las inseguridades en todas nosotras son parte de la sensibilidad con la que percibimos el mundo, la capacidad que tenemos para escuchar, la habilidad que nos permite ser multitasking y todo lo que caracteriza a las mujeres como seres mucho más receptivos es también parte de lo que nos lleva a compararnos con todo lo que vemos y […]

10 inseguridades que todas las mujeres debemos resolver antes de los 30

Autor: CVN
CVN

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Las inseguridades en todas nosotras son parte de la sensibilidad con la que percibimos el mundo, la capacidad que tenemos para escuchar, la habilidad que nos permite ser multitasking y todo lo que caracteriza a las mujeres como seres mucho más receptivos es también parte de lo que nos lleva a compararnos con todo lo que vemos y escuchamos. Así que al pensar constantemente en todo aquello que “nos falta” y en lo que “no somos”, no podemos evitar sentirnos inseguras ante otros.

Algunos estudios han demostrado que las mujeres estamos sometidas a un mayor estrés a nivel biofuncional, dado que la actividad que nuestro cerebro regula sobre la percepción del tiempo y la realidad recibe un estímulo 3 veces superior al que los hombres obtienen, propiciando que nuestras inseguridades crezcan, pues al tener una capacidad mayor para analizar todo lo que nos rodea, nos comparamos con ello constantemente.

Todo esto va cambiando conforme nuestra madurez evoluciona y no me refiero a crecer, sino a fortalecer la madurez emocional que todos los seres humanos poseemos en diferente medida. Por supuesto que la edad, las vivencias y las experiencias ayudan, pero no todo se lo debemos dejar al paso del tiempo, debemos intentar encontrar las razones verdaderas de cada una de nuestras inseguridades para poder compensarlas, pues aunque tenga que ver con algunas características femeninas, no son exclusivas de nuestro género. Los hombres también están llenos de inseguridades, pero su pensamiento práctico les ayuda a deshacerse o por lo menos disfrazarlas más rápidamente.

Compensar las inseguridades es como reconciliarse con ellas, identificarlas, pedirles perdón por haberlas rechazado tanto tiempo, dejar de culparlas, abrazarlas y aprender de éstas para poder llegar a despedirse de ellas para siempre. Lo primero para lograrlo es conocerlas, por ello te dejaremos las 10 inseguridades más comunes para que logres identificarte con alguna y entonces comiences a trabajar en resolverla cuanto antes.

10. Inseguridad física

Las inseguridades físicas son las primeras que nos agobian a la mayoría; pareciera que la ley de la vida es que la alta quiere ser bajita y la bajita quiere ser más alta; así con cualquier atributo. Por lo tanto, debes fijarte en todo lo que te gusta de ti para dejar de darle vueltas a todas las características físicas con las que no estás satisfecha; si puedes cambiarlas, esfuérzate para lograrlo y si no, aún así ámalas y siéntete orgullosa por todo lo que te encanta de ti.

9. Tener poca experiencia

Sentirte inferior por algo que no conozcas es más común de lo que crees. Por ejemplo, viajar al extranjero; muchas personas conocen Estados Unidos, pero muchísimas más no conocen ni su propio país. Si en verdad es algo que no sabes cómo manejar, ahorra y date la oportunidad de conocer todo aquello que tanta vergüenza te causa no haber visitado, comido, hecho, tenido o de lo que sea que se trate tu inseguridad, pero deja de pensar que tener poca experiencia te hace peor persona, pues no es así.


8. Estar sola

No poder hacer cosas sola no es algo que ocurra porque seas una persona muy sociable, sino porque eres una mujer insegura. Todos somos seres individuales que, de hecho, necesitamos de momentos de soledad para conocernos y de alguna forma alimentar partes de nuestra vida que en compañía de otros no podríamos. Aunque te mueras de miedo, intenta inscribirte a una clase, ir al cine, salir de compras, comer fuera o dar un paseo completamente sola, cuando menos lo esperes te acostumbrarás y aprenderías a disfrutar de esos momentos en lugar de temerlos.

7. No ser sociable

Hacer nuevas amistades puede parecerte todo un reto de gente supersegura y con facilidad de palabra, pero nunca sabes si quien intenta acercarse a ti es igual de tímido o inseguro que tú. Date la oportunidad de probarte a ti misma que sí puedes entablar pláticas con desconocidos o hacer nuevos amigos en cualquier lugar; existen mil temas de los que puedes hablar y no hay ninguna razón para pensar en el rechazo. ¿Por qué alguien no aceptaría platicar contigo? ¿Lo ves? No hay ningún motivo.

6. No ganar lo suficiente

La cuestión económica es algo que no sólo a ti, sino a todos los seres humanos les causa, más que inseguridad, una incertidumbre terrible, pero si crees que por el hecho de tener menos que el de a lado debes sentirte inferior, estás muy equivocada. El valor y reconocimiento que te mereces se basa en todo menos en dinero; piensa que los demás ni siquiera tienen idea de si eres una millonaria heredera o una chica normal, por ello no tienes porque sentirte retraída cuando te relaciones con personas con más poder adquisitivo que tú.

5. Celos

Las mayores inseguridades surgen cuando las mujeres se involucran sentimentalmente con alguien y no porque aparezcan justo en ese momento, sino porque estaban escondidas profundamente dentro de nosotras y ahora hay un motivador que las hace emerger. ¿Qué clase de motivador? Los celos por ejemplo, todo eso que te hace sentirte ansiosa, nerviosa o frustrada, son inseguridades que a veces son exacerbadas por la actitud de tu pareja, pero en otras ocasiones no tienen fundamento alguno. Identifica si se trata de razones verdaderas o de inseguridades totalmente tuyas para decidir cuál es la mejor forma de resolverlas.

4. Inconformidad con tu cuerpo

Otra de las cuestiones que a muchas mujeres les cuesta trabajo manejar es la inseguridad que tienen por y con su cuerpo. No es lo mismo preferir el cabello más lacio de como lo tienes que esconder tu cuerpo en capas de ropa innecesarias, no soportar verlo al espejo, sentir repulsión al tocarlo o lastimarlo con hábitos nocivos como dejar de comer o sólo alimentarte de galletas todo el día. Todas esas son señales importantes de una grave inseguridad que podría estarse convirtiendo en un trastorno, ten cuidado y nuevamente, piensa qué originó esa rechazo a tu propio cuerpo, pues si no lo reparas, te afectará enormemente en muchos aspectos de tu vida.

3. Ser soltera

Las inseguridades también son propiciadas por todas las costumbres sociales con las que muchas veces estigmatizan a las mujeres, por ejemplo, la de tener una pareja. Las abuelas dirían que si a los 25 no estás planeando tu boda, ya eres más bien una “quedada” y por supuesto que no; en primer lugar, tener una relación o no es tu decisión, y casarte, tener hijos o cualquiera que sea tu plan futuro debe ser tu deseo y el de nadie más. No te juzgues por no tener un novio en este momento, tal vez te gustaría, tal vez no, pero no tiene nada que ver con tu valor; sin pareja sigues siendo tú y estás más que completa, no debes sentirte insegura por ser soltera.

2.  Ser mujer

Es extraño, pero muchas mujeres sienten una inseguridad bastante fuerte por el hecho de ser mujeres. Y es entendible en un mundo en el que las cifras de abusos y crímenes contra las mujeres es alta, pero no es precisamente ese tipo de inseguridad el que sienten. Se trata de algo más intrínseco, por ser mujeres se creen menos fuertes, menos inteligentes, menos capaces, menos valientes y lo más grave: menos valiosas. Todo eso hará que los demás realmente te consideren así, pues todo lo que reflejas es lo que los demás toman como referencia para valorarte. Sí, eres mujer, por lo tanto, un ser humano, así que no vales ni más ni menos que nadie.

1. El futuro

Sentirte insegura sobre tu futuro es completamente normal, pero todo lo que sientas debe ser un estímulo positivo para que logres todo lo que quieres, mas no para que no puedas avanzar. Dar algunos pasos será más difícil que dar otros, pero si no confías en tu potencial, siempre te sentirás temerosa y entonces sí te perderás de todo lo que pudiste haber alcanzado. Fortalece tus aptitudes y trabaja tus debilidades para poco a poco sentirte más segura de luchar por lo que tanto deseas ser y tener en un futuro.

Sé sincera contigo misma, lee esto varias veces en tu cuarto, toma notas, mírate en el espejo o haz todo lo que creas necesario para identificar tus verdaderas inseguridades. Después conscientiza profundamente cómo llegó esa inseguridad a tu vida para poder resolverla desde la raíz. Todo tiene solución, pero más vale que comiences a planteártela desde ahora, después de los 30 todas tus responsabilidades aumentarán y por lo tanto, el tiempo libre será menos, aprovecha hoy para conciliarte con todas tus inseguridades.

Vía Cultura Colectiva


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