«Salimos a comer con la Kika y unos amigos y de ahí nos queríamos pasar a tomar algo a otro bar. Cuando llegamos había mucha gente y la Kika no quiso entrar y se fue donde su hermanos. Yo me quedé, pero al ratito me quise ir», dijo el actor.
Luego al salir del bar se percató que su celular había quedado en el bolso de su pareja por lo que empezó a caminar por Vitacura hasta que un auto se le acercó y le preguntó si necesitaba un Uber.
Se subió al auto y el conductor le ofreció una botella de agua que fue aceptada por el actor: «Parecía una mineral nueva, como cerrada. De pronto me dice que me va a cobrar siete mil pesos«.
«Agarro mi tarjeta y la pongo en la maquinita para pagar, meto la clave y me aparece ese mensaje de que no funciona. El gallo me dice, tratemos de nuevo. Claro, ahí debe haber mirado mi clave y me dice: ‘a ver, préstame la tarjeta para ponerla yo’. La pone debajo de la máquina y nada, no funciona. Le digo que paremos en una bomba de servicio, que saco plata para pagarle», complementó.
Ya en el cajero, Gonzalo Valenzuela vio cómo el conductor se alejaba en su auto. Ahí se dio cuenta que tenía la tarjeta de otra persona.
Seguidamente Valenzuela se dirigió hasta su domicilio: «no recuerdo cómo legué a la casa caminando». La mañana de este viernes, el actor se percató que le robaron $400 mil pesos de su cuenta.