Durante un espectáculo el pasado sábado en la Feria de Puebla, México, Alejandro Fernández protagonizó un bochornoso momento cuando casi vomita a sus mariachis en el escenario. Su malestar se debió a un chupito de tequila que alguien le acercó desde el público .
Todo marchaba con normalidad, hasta que uno de los asistentes le ofreció la bebida. El cantante, sin dudarlo, lo tomó y, minutos más tarde, comenzó a tener evidentes arcadas mientras intentaba continuar el show.
Fernández comienza a sentir náuseas, se limpia el sudor con su brazo, invita a sus seguidores a seguir cantando y se gira hacia donde están sus músicos cuando ya no puede disimular más.
Según medios locales, el intérprete de «Me dediqué a perderte» se vio obligado a abandonar unos minutos el escenario para vomitar y, cuando volvió, pidió disculpas diciendo que el tequila «estaba muy fuerte».