En las playas de Gijón, España, las salvavidas han desatado el furor en las redes sociales por algunas fotografías que muestran sus retaguardias con su traje de oficio; es por ello que se les ha pedido que utilicen shorts o se tapen más para evitar dichos comentarios… o incluso gente que se ahogue intencionadamente.
Este cambio en las normas se inició por culpa de Dios… sí, así como lo leen: DIOS, o al menos una cuenta a su nombre en Twitter, en donde se publicó la siguiente fotografía acompañada por este mensaje:
Alarma en Gijón: Diez paisanos ahogados en lo que va de mañana. Alguno hasta dos y tres veces:
La jefatura del salvamento Marítimo de Gijón consideró que Dios era un machista y que sus comentarios eran inapropiados, por bromear sobre el cuerpo de rescate.
Así que como medida para atacar esto, se les pidió a las socorristas la implementación de un short como traje de baño.
Mientras que la noticia se ha viralizado (considerando el número de vistas que tiene el post desde la cuenta de Dios), el equipo de socorristas y su líder se han mantenido externas a la polémica, mientras que Pablo González, portavoz del Partido Popular, dijo:
¿Alguien piensa en cambiarles el uniforme? ¿Alguien cree que su indumentaria atenta contra la dignidad de la mujer (y además pagado con dinero municipal)?. Imagino que no.
Otras personas se han metido en la polémica, y dieron su opinión en redes sociales:
Incluso Dios se ganó unos detractores a su página, por comentarios machistas:
La medida implementada en Gijón generó mucha polémica, pues mientras que algunas personas respetan esta censura, otras la criminalizan como una forma de limitar a las mujeres del uso del bañador, solo porque dos hombres no se pudieron controlar.
Sin embargo, admirar el cuerpo de rescate no es una actividad exclusiva de los varones, pues también hay mujeres que dicen esperar ahogarse para ser rescatadas por un salvavidas; y sin embargo, no se vuelve polémico un tuit al respecto.
Ni se diga, un comentario cualquiera de Dios hizo que taparan al cuerpo de socorristas. Ya no podemos tener nada bueno, porque luego viene él y nos lo quita.
Al fin de todo, la culpa no la tiene sólo Dios, sino también Pamela Anderson y su mítico traje de baño rojo de Baywatch. Ella empezó todo.