Aliya es el nombre de la hija menor del presidente del país de Asia Central, Kirguistán. Ella tiene 20 años y en los últimos días ha saltado a la fama por las razones equivocadas: se ha generado con ella y su vida una polémica, debido a ciertas imágenes que, como toda joven, decidió compartir en las redes sociales.
Kirguistán, como muchos países de Asia, es una nación altamente conservadora y en su mayoría musulmana. Es por eso que cuando hace unos meses, Aliya quiso mostrar su embarazo en ropa interior, ya fue un tema horroroso de conversación para muchos de los ciudadanos.
La publicación fue compartida en su Instagram, donde la joven escribió «Las normas, las ideas sobre la modestia son difusas, y pueden cambiar según la cultura, el tiempo y otros factores. Es por esto que es inútil discutir sobre eso. ¿Cómo podríamos saber lo que será socialmente aceptable en unas pocas generaciones más?».
Desde entonces le generó muchos «problemas» a su padre, debido a lo provocadora que era esta simple imagen, ante los ojos de los habitantes de Kirguistán.
Su bebé Tagir nació en marzo, pero desde entonces no paró de estar en medio de la polémica: luego fue debido a una imagen amamantando que las redes se indignaron contra la joven.
«Me gustaría compartir mis pensamientos sobre algunos de los errores que comenten las personas que publican cosas en línea. Error número uno: sexualizar el busto femenino. Error número dos: discriminar a las personas, cuyos padres ocupan cargos de importancia…
Las personas han olvidado el real propósito del busto femenino y lo han convertido en un objeto para satisfacer los ojos de los hombres. La sociedad convierte a los senos en un objeto sexual, en un atractivo y luego juzga a las mujeres que recurren a la cirugía plástica porque sus senos son demasiado pequeños/grandes o tienen distinta forma».
Tras sus publicaciones, comenzó a generar diversas reacciones por su natural exposición en las redes, pero ella ha decidido empoderarse y empoderar a otras jóvenes a través de la misma plataforma.