Es una lástima informar situaciones horrendas como esta. Es inexplicable que según un informe de la ONU Mujeres, cerca del 35% de las mujeres en el mundo, hayan sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de sus parejas, como todo lo que tuvo que pasar Tara Costigan con su ex pareja, quién motivado por su ira, la asesinó a sangre fría con un hacha, frente a sus hijos en febrero de 2015.
Esta mujer de Camberra en Australia fue víctima de violencia de género por parte de Marcus Rappel, su ex pareja. Todo comenzó por actitudes violentas y amenazantes del hombre con quien tendrían un bebé muy pronto; era el tercer hijo de la mujer. Su comportamiento hizo que la mujer decidiera poner fin a la relación y alejarse de este Rappel.
Pero este hombre insistía en quedarse en el hogar que compartían; decía que quería ser parte de la vida del bebé que estaba por nacer. 6 días después del nacimiento de su pequeña hija lo denunció antes las autoridades y consiguió una orden de alejamiento; pero eso ocasionó que Marcus desatara su ira de la peor forma.
Porque al otro día de poner la denuncia, mientras Tara le daba pecho a su hija, su ex pareja llegó a la casa con un hacha. La mujer instintivamente tomó a su bebé y empezó a correr, pero Marcus la alcanzó y le ensartó el hacha en el cuello; en presencia de sus hijos de 11 y 9 años.
La hermana de la mujer, quien también se encontraba en la misma casa, intentó interceder ante la ex pareja de Tara. Sólo pudo tratar de frenar la hemorragia que tenía Tara, luego de unos minutos falleció en sus brazos.
Según información publicada por Mirror, Marcus fue detenido por la policía y condenado a 32 años de prisión por asesinato y violación a la orden de alejamiento. La familia de la mujer está descontenta con la sentencia del crimen ocurrido el 28 de febrero de 2015, puesto que pensaban que merecía recibir cadena perpetua.
¡Cadena perpetua se merecía!
VÍA UPSOCL