Al hablar sobre trastornos relacionados con el sexo, resulta común pensar exclusivamente en la adicción al acto. La tradición nos ha mostrado la castidad como un sinónimo de virtuosismo. Sin embargo, no siempre esta emerge de una elección personal tomada libremente. En muchas ocasiones, la abstinencia aparece como la consecuencia de un trastorno que hace que el coito sea percibido como una amenaza: la anorexia sexual.
Conocida también como anafrodisia o anerosia, la anorexia sexual es un padecimiento mental que se basa en la inhibición del apetito por hacer el amor, generando en la persona un bajo o nulo interés por mantener relaciones carnales.
Cuatro de cada diez mujeres y tres de cada diez hombres padecen de anorexia sexual, según estudios publicados en el diario de la Asociación Médica de Norteamérica.
Esta inapetencia al sexo puede tener su origen en un conjunto de situaciones específicas, pasadas o presentes, incluyendo el déficit hormonal, y se manifiesta por cortos períodos o de forma permanente, llegando a causar incluso aversión hacia las relaciones coitales.
Las causas de esta carencia de libido o deseo erótico inhibido pueden ser tanto físicas como psicológicas y fundamentalmente se basan en el miedo al rechazo, dificultad para manifestar los deseos o negación del propio placer e incluso del amor.
Quienes padecen este trastorno rechazarán siempre que les sea posible la posibilidad de tener sexo y en el caso de llevarlas a cabo, no las disfrutan. Al bloquearse el apetito sexual, la frecuencia de relaciones se reduce considerablemente e incluso llega a desaparecer.
Algunos de los principales síntomas de la anorexia sexual son:
1) Miedo al placer sexual
2) Temor mórbido al contacto sexual
3) Obsesión e hipervigilancia sobre el tema sexual
4) Evitar cualquier cosa que tenga relación con el sexo
5) Distorsiones de la apariencia del cuerpo
6) Aversión as las funciones corporales
7) Temor excesivo por las enfermedades de transmisión sexual
Una forma de superar esta condición es acudir con un especialista de parejas y disfrutar de la intimidad de una forma responsable para eliminar todos los temores y evitar que esta situación afecte la calidad de vida.