Un niño de diez años de edad ha muerto después que un compañero de trabajo en una fábrica textil le insertó una manguera de un compresor en el recto y le bombeó aire en su cuerpo.
La policía dijo a los medios locales que el niño tenía una boquilla de alta presión insertada en su ano. El menor fue ingresado en un hospital cercano con el estómago hinchado y fue declarado muerto un poco después.
Varias personas ya han sido detenidas por la policía debido a la muerte del niño.
Después del incidente producido en Narayanganj, Bangladesh, un médico le dijo a los medios: «Podría haber muerto producto del aire que llenó su cuerpo a través de su recto. Hemos arrestado al auxiliar administrativo de la planta. También hemos no hemos lanzado a la caza de otros acusados, incluyendo tres jefes de producción que fueron nombrados en el caso», dijo el jefe de la policía Rupganj Ismail Hossain.
Pese a la gravedad del hecho y sin contar que la policía ya está buscando responsables, en ese país parece que a nadie le importa el hecho que menores de edad se vean obligados a trabajar en fábricas riesgosas como estas, en lugar de estar llevando una vida como cualquier niño que debe ir a la escuela y jugar con sus amigos. Así es que de nada sirve que se busquen responsables cuando miles de menores siguen viviendo bajo estas condiciones.