Un prisionero estaba tan desesperado por contrabandear un teléfono móvil dentro de la cárcel que se insertó un móvil en su recto.
Esta extraordinaria fotografía de rayos X deja al descubierto las longitud del aparato que el criminal casi logra introducir dentro del recinto penitenciario.
El personal del ala de atención médica de HMP Manchester, tuvo que examinar a Stephen Cavanagh después de la estrategia fallida que lo dejó en agonía.
A consecuencia de su estupidez tendrá que pasar un tiempo extra en la cárcel, según informó el Manchester Evening News.
Los teléfonos móviles están prohibidos en la prisión, y el personal de Strangeways han estado trabajando con la policía de Manchester para acabar con el contrabando y procesar a los infractores.
La represión ha acarreado la detección de 80 reos por delitos relacionados con armas y teléfonos, con los presos castigados por los tribunales.