Así fue la insólita portada de la revista Playboy protagonizada por Donald Trump que se ha convertido en histórica

En marzo de 1990, el actual Presidente de los Estados Unidos apareció en la portada de una de las revistas más leídas del mundo: Playboy

Así fue la insólita portada de la revista Playboy protagonizada por Donald Trump que se ha convertido en histórica

Autor: Pato Lakes

En marzo de 1990, el actual Presidente de los Estados Unidos apareció en la portada de una de las revistas más leídas del mundo: Playboy. En la entrevista que le realizaron a Trump que en ese momento tenía 43 años, Hugh Hefner presagiaba que iba a ser el líder del país más poderoso del mundo.

En esa época Trump era un empresario exitoso. Aparecer en la portada de la revista era un sueño para las modelos y en esa ocasión la conejita que compartió la portada fue Brandi Brant, que en 2014 fue condenada a seis años de cárcel por tráfico de drogas.

En la entrevista le preguntaron a Trump si quería ser presidente de los Estados Unidos. Él respondió: “No quiero la presidencia. Quiero ayudar a un montón de gente con mi fundación”. Lo que sí afirmó fue que si se presentara a elecciones, lo haría como demócrata.

También le preguntaron qué sería lo primero que haría cuando entrara a la Oficina Oval. Aseguró que lanzaría un impuesto sobre cada Mercedes-Benz rodando en el país y en todos los productos japoneses. Añadió que tendrían “aliados maravillosos de nuevo”.

Cuando le preguntaron sobre la guerra nuclear afirmó que es un tema en el que siempre pensaba. “Creo que la mayor de todas las estupideces es que la gente cree que nunca sucederá, porque todo el mundo sabe lo destructivo que será, así que nadie usa armas. Qué mierda.”

Al cerrar el tema, le preguntaron que si categóricamente no quería ser presidente, él respondió que estaba 100 por ciento seguro, comentó que cambiaría de opinión solo si veía que el país “continuaba bajando por los tubos”.

Más adelante, en el 50 aniversario de Playboy se fotografió a Trump con la conejita Victoria Silvstedt y Melania Knauss, en ese momento era una modelo desconocida, dos años más tarde se convirtió en la esposa del millonario y más tarde la primera dama de los Estados Unidos.


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