Pixee Fox, la modelo que se hizo famosa por sacarse las costillas para verse como Jessica Rabbit ha tenido una transformación radical. Esto después de desembolsar casi 83 millones de pesos chilenos en cirugías plásticas. Hoy los doctores le recomiendan el uso de un corset para mantener sus órganos en su lugar.
Ella, de 25 años, logró tener el cuerpo que había soñado luego de sacarse seis costillas, para tener una cintura más delgada, ponerse implantes mamarios de silicona y operarse el rostro y los glúteos. Llegó a tener una cintura de 36 centímetros.
Sin embargo, la autoproclamada «artista de la modificación corporal«, quien también se comparó con un «dibujo animado viviente«, ha sido criticada por expertos en salud ya que tantas operaciones, más el uso del corset, pueden generar complicaciones a los órganos de su cuerpo.
Un experto dijo: «Si una persona lo usa las 24 horas del día, su hígado, riñones y otros órganos van a estar fuera del lugar apropiado«.
Sin dudas, este caso sirve de ejemplo para las generaciones más jóvenes sobre lo que no se debe hacer con el cuerpo; y para cuestionar los mensajes sobre los cánones estéticos que la industria cinematográfica de Hollywood nos entrega y los resultados que pueden generar en la sociedad.
Así lucía hace algunos años:
La modelo después de la transformación
Video sobre Pixee Fox (en inglés)