178 metros de continuo descenso, eso es lo que piensa ofrecernos el nuevo tobogán no acuático más grande del mundo tanto en distancia como en altura (76 metros de nada). El proyecto tiene ya luz verde para comenzar con su construcción en el Parque Olímpico Queen Elisabeth, donde se emplazará alrededor de la particular torre de acero Ortib, la más alta de reino Unido con 114,5 metros, dando cinco vueltas antes de caer en una línea recta final de 50 metros -tienes una imagen completa de la futura estructura tras el salto. Se calcula que la velocidad media que se alcance dentro sea de seis metros por segundo, siendo la duración media del viaje de unos cuarenta segundos.
Si los planes no fallan, las obras deberían de comenzar en breve para que el tobogán, cuyo tubo será de color rojo con techo transparente como puedes ver en las imágenes, esté listo y preparado para ser usado y disfrutado por el público en la primavera del 2016 (o sea en menos de un año). Puedes ver más imágenes en nuestro enlace Fuente. ¿Te atreverías a lanzarte por ahí?