Ser actor o actriz porno, sobre todo de cierto nivel, es un trabajo en algunos aspectos envidiable. Se trata de practicar sexo con compañeros o compañeras con quienes todo el mundo querría acostarse. Además, se gana mucho dinero trabajando menos horas que la mayoría de ciudadanos. Hasta ahí está muy bien, pero hay cuatro cosas de su trabajo que los actores y actrices porno no soportan:
1. Para rodar 10 minutos se tarda 4 horas
De media, para lograr captar 10 minutos buenos se está 4 horas en el rodaje, la mayor parte de ellas practicando sexo. El secreto no está en pasarlo bien durante 4 horas, sino en bordarlo en total durante 10 minutos… siempre desde el punto de vista de la cámara, naturalmente. Como el cliente siempre tiene la razón, las posiciones que más se practican son las mejores para que la cámara las recoja. Y suelen ser las más cansadas.
2. Las erecciones son poco sexys
Las erecciones han de ser sexys, pero la forma de conseguirlas no lo es nada. El plató está lleno de personas esperando a que el actor se ponga a tono y que no falle, se podría decir que eso es el centro del negocio. Como se acostumbra a cobrar por hora, más les vale a los actores estar listos para excitarse, lo cual tampoco es muy sexy. Además, a lo largo de las horas el cansancio se va acumulando. Se cuenta que, por ejemplo, cuando ellas se cansan haciendo una felación durante más rato del que él y ella desearían, pierden precisión y eso comporta que ellos empiecen a notar los dientes de las actrices más a menudo. ¡Y no son mordiditas de travesura!
3. No es un negocio fácil para las parejas
Vivimos en una época de mentalidad mucho más abierta que en la gran mayoría de tiempos pasados, pero seguramente no tan abierta como pensamos. La gran mayoría de personas que trabajan en el porno han sido dejadas por sus parejas por cuestiones relacionadas con su profesión, incluso si la han dejado totalmente. Que los amigos reconozcan a tu novia o que la suegra se entere de la profesión de la nuera hace que muchas relaciones no se puedan sostener, aunque en un principio no hubiera ningún problema. Les pasa tanto a ellos como a ellas.