La Cow Killer, hembra de la Dasymutila klugii se convirtió en el insecto sin depredadores naturales, debido al fuerte caparazón que la recubre y su peligrosa picada.
Esta avispa, también conocida como “asesina de vacas” es lo más avanzado que hay en la evolución animal hoy en día debido a que ninguno de sus depredadores naturales está dispuesto a comérsela.
Varios investigadores decidieron comprobar la fama de la avispa y capturaron varios de estos insectos. Los machos tienen alas y no pican, las hembras caminan como hormigas.
Los ejemplares capturados fueron colocados junto a sus depredadores naturales como aves insectívoras, topos, lagartos y hasta un sapo americano, que tiene fama de comer casi de todo. Sólo dos se atrevieron a acercarse al insecto: el topo que fue picado en el hocico y sufrió fuertes convulsiones durante varios minutos y el sapo, la vomitó luego de tragarla y al mostrarle una segunda avispa, simplemente huyó.
¿Cuáles son las razones por la que nadie se le acerca a esta avispa?
Muy sencillo, tiene un caparazón muy duro, por lo que es muy difícil de morder para matarla, y comerla viva no es buena idea, puesto que posee un aguijón que inyecta una toxina que se presume es la tercera más fuerte en escala de dolor.
Para alertar a sus depredadores de su presencia, esta avispa es de color negro con naranja. Aunque su picadura no es letal, granjeros norteamericanos (donde vive esta avispa sin alas) han informado que la picadura es tan dolorosa que cuando pica a una vaca, la tumba del dolor.