Todo comenzó durante la tarde del jueves cuando una chica subió la polémica foto del vestido a una red social preguntando de qué color era el vestido al resto de los humanos, pues su amiga y ella no lograban ponerse de acuerdo.
La mayoría de las personas defienden tajantemente que el vestido es blanco y dorado, mientras que un porcentaje más pequeño de ciudadanos del mundo está completamente convencido de que el vestido es azul y negro. Muchos pensaron que sería por el brillo de las pantallas de los computadores y de los celulares a través de los cuales se miraba la imagen, pero en el mismo dispositivo y al mismo tiempo dos personas veían dos vestidos diferentes.
La ya famosa fotografía ha suscitado durante las últimas 24 horas todo tipo de debates en los grupos de whatsapp o a través de las redes sociales, en donde los integrantes han propuestos originales explicaciones a tal extraño suceso.
Bien, la ciencia ha hablado. Al parecer todo se debe a una razón vinculada a la incidencia de la luz en el ojo humano. La luz que ingresa en el ojo es la que define los diferentes colores que miramos y que se corresponden con las diferentes longitudes de onda. Una vez que la luz llega hasta la retina, ciertos pigmentos presentes en ella desencadenan conexiones neuronales en la corteza visual, que es la parte del cerebro que se encarga de procesar esas señales y convertirlas en la imagen que nosotros vemos.
El primer rayo de luz que llega hasta la retina está influenciado por la longitud de onda que se observa en el ambiente, lo que quiere decir que la luz que hay en el lugar donde se encuentra el vestido es la primera infomación que llega a nuestra retina. Habitualmente el cerebro deduce de manera automática qué color está reflejado en el objeto que miramos y se aisla de todo lo demás -como el exceso de luz o de sombras- para que nosotros percibamos el color real del mismo.
Este sistema -el cerebro eliminando el reflejo para que nosotros veamos el color real del objeto en cuestión- funciona generalmente a la perfección, pero la imagen del famoso vestido quedó justo en un punto crítico para la percepción. En la imagen donde aparece el vestido multicolor nuestro sistema visual trata de eliminar el sesgo que suele tener la presencia de la luz diurna pero no todos los que miramos la fotografía eliminamos la misma porción de luz reflejada, tal y como explica Ojo Curioso.
Explicación sencilla: el cerebro de algunas personas interpreta que el tono azul se debe al reflejo de la luz y lo descarta, por lo que ven el vestido de color blanco y negro. Mientras, el cerebro de otras personas adjudican el color azul al propio vestido, percibiéndolo de ese mismo color. ¡Misterio resuelto!