En 2013, Alicia y Randy Atkins de los EE.UU. se preparaban para el momento en que naciera su primogénito. El ultrasonido reveló que pronto tendrían una niña. Los padres decidieron darle un nombre bastante inusual, Neveah.
Randy, el padre de la bebé, decidió estar presente en el nacimiento. Durante la cesárea, se tomó una foto, que es una prueba del milagro. Su niña, estando todavía en el útero, con su diminuta mano, agarró el dedo del obstetra.
«¡Hey, ella agarró mi dedo!», fue la primera reacción Dr. Sawyer, que atendió el nacimiento de la niña. Sin una sombra de duda, Randy agarró su cámara y tomó una foto, de la que horas más tarde se hablaba en toda la red. Los médicos admitieron que era la primera vez que veían algo así. ¡Es un hecho insólito, sin más palabras!
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