Todo indica que el Príncipe Harry, de 33 años, está realmente enamorado de su prometida Meghan Markle, y eso significa hacer ciertos sacrificios. El nieto de la Reina Isabel II decidió no participar de una de las tradiciones de la Familia Real, y una de sus grandes pasiones: la tradicional cacería después del día de Navidad.
La razón para no participar de la tradicional cacería es justamente su mujer, con quién se casará el próximo 19 de mayo en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor. Su futura esposa está en contra de esta tradición que se celebra anualmente en el Boxing Day (expresión con la que se conoce el día después de Navidad
El príncipe Harry participa de esta tradición desde que tiene 12 años, junto a su padre, el Príncipe Carlos y su hermano, el Príncipe Guillermo. Este año, sin embargo, los ha tenido que dejar ir solos de cacería, para hacer feliz a su futura esposa. Markle ha sido desde siempre defensora de los derechos de los animales, lo que claramente choca con algunas de las tradiciones de la Familia Real inglesa.
La futura Duquesa de Sussex es una auténtica amante de los animales. Además de tener dos perros, ambos de adopción, siempre ha sido una ferviente activista, haciendo campaña en sus redes sociales.
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Sin duda Markle puede ser un aporte para civilizar a la realeza.
Fuente: ABC