Camila Parker-Bowles, sobre su romance con el príncipe Carlos: «Fue horrible»

El próximo 17 de julio cumplirá 70 años y solo 10 de pertenecer y sentirse parte de la familia real, aceptada por súbditos británicos tras la importancia que tuvo la figura de Diana

Camila Parker-Bowles, sobre su romance con el príncipe Carlos: «Fue horrible»

Autor: Ciudadano
El próximo 17 de julio cumplirá 70 años y solo 10 de pertenecer y sentirse parte de la familia real, aceptada por súbditos británicos tras la importancia que tuvo la figura de Diana. Pero Camila Parker-Bowles, esposa del príncipe Carlos desde 2007, ha pasado muchos años oscuros, en los que su amor por el hijo mayor de Isabel II de Inglaterra le hicieron ganarse el apodo de «la amante del príncipe», provocando que ni siquiera saliera de casa. Ahora que esos días han pasado, Camila ha concedido al diario británico The Daily Mail una larga entrevista, en la que ha hablado de su vida amorosa.

«No podía salir, era prisionera en mi casa, es realmente una sensación horrible: no se lo deseo ni a mi peor enemigo», dijo Camila sobre el vínculo que tenía con Carlos —quien entonces todavía estaba casado con la princesa Diana—. «Sobreviví gracias a mi familia, a mis hijos», confesó al Daily Mail.

Tom y Laura, hijos de su matrimonio con Andrew Parker-Bowles, nunca comentaron nada sobre la reina Isabel; después de todo, es la madre de su padrastro. Ambos cuentan en este mismo reportaje que Camila ha sido «una madre excepcional». «Nunca nos crucificó por tener malas notas, por meternos en problemas ni nada de eso. Venía a Eton [la exclusiva escuela británica] y nos llevaba al McDonald’s», aseguran.

El amor entre el heredero al trono y Camila nació hace 46 años, en los años setenta, cuando los dos se conocieron y su historia tuvo que terminar por el matrimonio de ambos.

Incluso en el «peor período» de su vida, como le llama Camila, pudo ver la parte buena: «Cuando me vi obligada a quedarme en casa, aprendí a pintar y leí mucho. Son pasiones que ahora comparto con mi esposo». Además, la familia intentó tomarse con humor lo que estaba pasando, como contaban sus hijos: «Cogíamos unos binoculares que teníamos en el baño de mamá y cada mañana contábamos los paparazzi que estaban escondidos en los arbustos del jardín. Los cazábamos por los rayos del sol en las lentes de las cámaras. En las épocas pico de interés había media docena escondidos fuera. Era algo perfectamente normal».

Sin embargo, ahora la vida de Camila es completamente diferente: ya no tienen que ocultar o sentirse culpable por sus sentimientos. De hecho, hay que tratarla con respeto y llamarla duquesa de Cornualles. «No me considero una persona con mucha fuerza pero creo que tengo un carácter fuerte. Tienes que serlo. Viene de cómo me crié», explicó.

«Tienes que reírte de ti misma porque, si no, acabas dejándolo. A veces me digo: ‘¿Quién es esa mujer?’ No puedo ser yo’. Y así es como sobrevives. También teniendo buenos amigos».

El tabloide británico le preguntó a la duquesa de Cornualles cómo se siente a sus 70 años. «A veces me despierto por la mañana y creo que puedo hacerlo; entonces puedo, porque es mi deber.» Palabra de Camila.

HP


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