«Una relación debe ser tan simple como una moneda de una cara, después de todo el amor no se puede contar ni planear»
— Una relación que tenga la posibilidad de convertirse en algo a largo plazo no debe ser complicada en sí misma. ¿Cuánto tiempo puede una persona importunarse e importunar a otros de forma constante? Bueno, medio año, un año entero e incluso en algunos casos aislados un par de años, pero luego como en el teatro, cuando la persona haya hartado a todos en el público, saldrán del auditorio dejándola sola en el escenario, sudando incómoda bajo las lúces. Todo tiene un límite.
Todas las así llamadas «relaciones dificiles», todos esos «terminamos y volvimos» y las conversaciones de horas negociando cómo debería ser todo entre los dos, son fruto de tener demasiado tiempo libre (perdoname que te lo diga tan de frente). No son relaciones que valgan la pena. En serio. Es como si llegases a un concesionario de automóviles y quieres comprarte un Bentley aunque te alcanza sólamente para la cuota inicial de un auto chino en la versión más sencilla. Puedes venir cada día durante años al concesionario pero nada va a cambiar. Puedes decir que el Bentley es el único automóvil que te va bien, vas a hacerle un orificio en el cerebro a tus familiares y amigos de tanto hablar de eso, vas a hacer cara de pocos amigos y entrecruzar los brazos, vas a dañar tu propia vida y hasta te acostumbrarás a la sensación pero … nunca llegarás a pensar que lo que tú en realidad necesitas es un aparato con aire acondicionado, motor estándar, interior límpio y cauchos adecuados para que te lleve cómoda del punto A al punto B. Puedes perderte las estrellas por andar buscando el sol.
Las relaciones deben ser tan símples como una moneda de una sola cara. No importa si él es genio, físico o Pedrito el de la esquina, no importa qué educación tenga, cuántos idiomas hable, cuántas mujeres ha tenido o si escribe bien poemas; lo que importa es qué tan cómoda te sientes tú a su lado. Si te provoca depresión, si cuando estás con él no te sientes menos miserable que cuando estás sin él; si sabes (porque lo sabes) que no hay futuro, si te no te deja vivir tranquila, si le gustan las frasesitas como «no estoy preparado», «debemos esperar un poco más», «necesito pensarlo», «es tan dificil decirlo» puedes mandarlo bien lejos. De si lo amabas en realidad o todo fue un capricho te darás cuenta mucho más tarde, así es que si lo ves bien, no pierdes nada en este momento.
El amor no es un sentimiento fácil de reconocer. Muchas veces las personas lo confunden con pasión, respeto, costumbre, dependencia, deseo de venganza y mucho más. De una «relación dificil» no sacas nada, además de un buen dolor de cabeza. Si eres consciente de que necesitas y no puedes vivir sin ese dolor de cabeza, al menos puedes aceptar que no necesitas a ese hombre en especifico, sino sólo el dolor de cabeza que tienes cuando estás con él (y podrías tener con otro). Aprende a extraer ese «dolor» de otra relación que sea más productiva. Basta con advertirle al hombre c-o-r-r-e-c-t-o que los miercoles y los sábados te conviertes en una bruja insoportable, para que pueda estar preparado.
Te lo repito una y otra vez: una relación debe ser algo simple. Después de todo, si es algo serio, tienes en mente formar un hogar, hacer planes, ir de vacaciones, visitar a la familia y todo desde lo más pequeño hasta lo más grande que existe en la vida de pareja. Si piensas que todo va a mejorar con el tiempo estás M-U-Y equivocada.
Siempre pasa igual: al principio quieres a un hombre alto, atlético, inteligente, rico, con perspectivas, atractivo, romantico, bla, bla bla bla, y sólo depués entiendes -TODAS acabamos por entender- que lo que necesitabas era una persona en quién confiar, que estuviera ahi NO cuando los astros se confabulen, sino siempre, SIEMPRE ¿entiendes? Por eso el ser confiable es una cualidad importantísima.
Él tendrá el deber de estar contigo y ayudarte en los momentos MÁS dificiles de la vida, cuando todo está negro y a los lados sólo hay abismos. Por eso el ser responsable también es otra cualidad vital.
Vas a querer compartir con él tu alegría y tu tristeza, tus triunfos y tus derrotas, tus sueños y tus miedos, por eso el saber comprender y empatizar es I-N-F-I-N-I-T-A-M-E-N-T-E importante.
Lo conocerás al derecho y a revés, podrán entenderse con apenas abrir la boca, al fin de cuentas acabaran acostumbrandose el uno al otro, estarán acoplados como los engranajes de una gran máquina; pero las disputas seguramente no se acabarán porque ambos son personas diferentes, incluso si ya has cambiado para ajustarte a su medida y él a la tuya. Por eso sin paciencia es imposible llegar a cualquier cosa.
Verás que todo el tiempo vas a ceder un poco, y cambiarás tus costumbres de soltera, estarás más comprometida con la relación, y él también. La flexibilidad también es muy muy importante.
Tomarás decisiones junto a él y cada uno por separado, decisiones que bien podrían cambiar el curso de la vida, así que las cosas no van a ningun lado si no puedes confiar. Es sencillamente imposible.
Piensa: cuando tenías 20 años o menos no pensabas en nada con respecto a las relaciones ¿verdad?. Lo único que querías era que él llegara bien apuesto a buscarte, te regalara flores y te besara, que te enamoraras de sus ojos y fuera algo así como los modelos de las revistas. Pero en realidad eso no es importante. No importa si es muy guapo o no, si es alto o bajo, atlético o gordito, hablador o tartamudo. Lo único que en realidad necesitas es el saber que esa persona estará contigo en fuego y agua, en rios de miel y de m… Debes sentir que a su lado estás muy bien y que SIN él estás MUCHO peor que CON él.
Te aseguro que cuando mires atrás dentro de veinte años ya empezarás a sentir ternura al tocarle la frente para ver si está enfermo y le propondrás quedarse en casa aunque sólo haya tosido una vez, dejarás de tener esas conversaciones de «¿hacia dónde va nuestra relación?» porque ya habrás llegado a tu destino, y ese será el verdadero amor, el que viene con amistad. No es posible planear el amor. Nunca.
Y para deshacerte de esas «relaciones difíciles» que te puedo decir… ¿entra a un curso de pintura country? ¿ayuda a los huérfanos? Deja a tu pobre cerebro en paz y a ese hombre, bueno, él estaría lleno de problemas incluso sin estar a tu lado.