Lo que pasaba en el aeropuerto Brown Field de San Diego parecía un operativo policial muy importante. Una decena de agentes con sus perros especializados en encontrar drogas desmantelaban un avión sacando hasta lo último que había adentro. Quienes lograron ver esto no tardaron en sacar fotografías, porque realmente llamaba la atención… y luego se dieron cuenta de que veían una cara conocida.
El investigado era Charlie Sheen y su avión privado. El actor pasó un incómodo momento ya que se encontraba en el aire cuando le ordenaron la detención.
Sí, la magnitud de la revisión fue tal que hicieron aterrizar forzosamente la nave aunque se encontraba en pleno viaje… y San Diego ni siquiera era el destino.
La incomodidad pasó a ser descontento y las imágenes lo demuestran.
Luego se vivió el tenso momento: un perro paró y puso su atención en una maleta. Ladró y la rasguñó. Estaban todos nerviosos… pero era una falsa alarma.
Sí, el protagonista de Two and a Half Men estaba completamente limpio por lo que la policía dejó que continuara su viaje. Venía de México y volvería pronto, ya que es el país que eligió para instalarse en una nueva vida tras tanta polémica -que justamente incluía el uso de drogas, la adicción al alcohol y escándalos de prostitución-, y sobre todo luego de admitir que es portador de VIH.
Exacto, lo anunció el año pasado: ya no quiere más de Estados Unidos.
Según los agentes de bienes raíces, la celebridad de 51 años estaría en proceso de mudanza a Rosarito, una tranquila comunidad en México. En ella viven 140.000 personas y él compró tres casas en el pueblo -que se ubica a media hora de la frontera con el país en el que nació.
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