En los EE. UU., los primeros ensayos clínicos planificados de edición de genes CRISPR en personas están a punto de comenzar. China, mientras tanto, ya se ha adelantado mucho y ya ha utilizado la herramienta de modificación de genes para cambiar el ADN de docenas de personas en varios ensayos clínicos.
The Wall Street Journal informa que hasta ahora en China, a al menos 86 personas se les han editado los genes, y hay evidencia de al menos 11 ensayos clínicos chinos que utilizan CRISPR, siendo el primero en ser utilizado en 2015.
El rápido avance de China es el resultado de regulaciones más relajadas y la voluntad de seguir adelante con investigaciones de vanguardia a pesar de posibles incógnitas y preocupaciones de seguridad que son significativas. Un artículo reciente, por ejemplo, sugirió que CRISPR podría desencadenar una respuesta inmune en la mayoría de los pacientes, lo que podría hacer que los tratamientos potenciales sean ineficaces o peligrosos. El actuar acelerado de China ha desencadenado un duelo biomédico entre EE. UU. y China, y suscitó preocupaciones entre los científicos occidentales de que los juicios chinos han sido irresponsablemente prematuros.
En el ensayo CRISPR 2015 de China, según informes de WSJ, 36 pacientes con cáncer de riñón, pulmón, hígado y garganta tuvieron células extraídas de sus cuerpos, alteradas con CRISPR, y luego infundidas nuevamente en sus cuerpos para combatir el cáncer. Otros ensayos chinos han tratado de utilizar CRISPR para tratar el VIH, el cáncer de esófago y la leucemia. Un ensayo programado para este año en China inscribirá a 16 pacientes. Mientras tanto, el primer ensayo humano CRISPR en los Estados Unidos, en la Universidad de Pensilvania, inscribirá a solo 18 personas, y está diseñado principalmente para evaluar si CRISPR es seguro.
Los científicos chinos pueden terminar siendo los primeros en curar el cáncer usando CRISPR, pero no está claro qué repercusiones puede tener acelerar estos primeros ensayos de seguridad.
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Fuente: Gizmodo