Cuando los niños les responden con un tono saltón a sus padres, casi todos esos padres se enfadan y los castigan con alguna amonestación. Pero resulta que la respuesta de los niños a los adultos es muy buena para el desarrollo de los niños.
Kelly Flanagan , un psicólogo clínico, piensa que es saludable que los niños estén en contra de nuestras necesidades.
“La incapacidad para decir” no “, la incapacidad para establecer los límites personales, es una de las causas más comunes del sufrimiento humano insidioso”, dijo Flanagan. Y es cierto.
Considere lo siguiente: si mantiene a los niños siendo esclavos de sus deseos y directrices, sin tener en cuenta lo que el niño piensa y sin dejarle hablar ni dar su opinión, ¿criará a niños que serán adultos libres o adultos esclavos?
Joseph Allen , un psicólogo, está de acuerdo. “Le decimos a los padres que hay que pensar en estos argumentos no como una maldición, sino como un motivo clave de la formación. “A medida que los niños crecen, ellos tratan de formar su vida.
Cuando un niño intenta negociar la hora de dormir o de cuánto tiempo pueden jugar al aire libre, debemos considerar esto como el desarrollo de una habilidad crítica necesaria para la vida adulta exitosa, y no como una mala actitud corregir.
En lugar de enojarse cada vez que un niño le responde, trata de entender cómo responde. Es importante que los niños sean capaces de hacer frente a la autoridad y la presión, pero también es importante que se muestren respeto y reciban respeto durante la conversación.
Hemos creado una sociedad en la que los niños son tratados como esclavos.
En algún sentido de la vida, parece ser importante tener a los niños esclavizados. Usted sabe mejor que ellos cómo mantenerlos sanos y seguros.
Pero nos hemos vuelto tan dependientes que cuando no podemos controlar a nuestros hijos o se nos resisten, nos sentimos inseguros.
Un fallo muy grande es creer que nuestros niños no tienen sus propias opiniones. Y eso es un error. Forzar a un niño a seguir órdenes y obedecer lo que crea un adulto es limitarlo a seguir obedeciendo a quien le manda.
Podemos hacer con esta sobre-protección que no sean capaces de trazar su propio camino paradescubrir quiénes son. En su lugar, terminan por no llevar una vida normal sin intereses, o peor, pueden comenzar a introducirse en cosas malas.
Los niños merecen ser tratados como seres independientes con sus propios pensamientos, sentimientos e ideas. Debemos pensar en ellos como las personas que experimentan la vida de la misma manera que nosotros.
Tenemos que supervisar, pero no podemos obligarlos a tomar un camino determinado. Los niños necesitan tomar decisiones por sí mismos.
Levanta a futuros adultos, no a esclavos.