Pese a que un 65% de los chilenos financió con ahorros o ayuda de cercanos sus estudios de posgrado, un 82% está dispuesto a realizar otro no importando el sacrificio que haya que realizar. Así lo concluye un estudio del sitio de empleos Trabajando.com, tras realizar una encuesta a 564 personas de todo el país, registradas en su base de datos, que poseen magíster, MBA, diplomado, especialización o doctorado.
La medición se presentó el pasado fin de semana en el Séptimo Encuentro de Posgrado desarrollado en Santiago y que esta firma organizó junto a Universia.
El estudio Posgrados y Empleabilidad dice, además, que el 3% de las personas afirma que mejoró su renta tras realizar el posgrado. Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com, manifiesta que esto se puede explicar, en parte, porque los entrevistados han terminado su especialización hace poco tiempo. Según la medición, el 75% lo terminó hace cinco o menos años.
“La gente espera que esta sea una inversión de largo plazo, esto no es una cuestión en la que yo termino de estudiar y al otro día voy a recibir más lucas o me van a cambiar de puesto. Cuando vemos la gran valorización, la gente no le pide al posgrado, en términos generales, que le cambie la vida mañana”, dice Vargas.
Por ello, un mayor sueldo no es el motor de quienes se matriculan en algún posgrado, ya que un 49% lo hace simplemente para especializarse o por curiosidad intelectual. Obtener un mejor cargo y renta es una preferencia que aparece recién en el cuarto lugar de las razones para estudiar, con un 22%.
Verdadera motivación
Para Rafael Díaz, coordinador de Posgrados U. Mayor, una especialización fortalece el conocimiento y permite adquirir nuevas herramientas. Asimismo, genera una mirada profesional más amplia, mayor capacidad de asumir nuevas responsabilidades y aumento de la productividad personal. “Consecuentemente, permitirá acceder en el mediano plazo a mejorar la remuneración. Creo que, en general, los efectos de mejoras en el ingreso no se ven en el corto plazo, aunque a veces se produce, por cuanto el principal efecto es la capacidad de diferenciación entre pares, lo que entrega mayor estabilidad y proyección laboral”, dice.
Más allá del sueldo, la medición arroja que un 63% de las personas afirma que un posgrado mejora la empleabilidad en el mercado, a tal punto que el 82% está dispuesto a seguir estudiando, pese a que utiliza recursos de su propio bolsillo.
El experto de Trabajando.com precisa que el concepto de empleabilidad va más allá de un componente determinado como el sueldo, y tiene que ver con la capacidad de insertarse y reinsertarse permanentemente en el mercado. “El concepto es mucho más amplio, por eso la gente lo evalúa no solo desde el punto de vista monetario (…). Te permite estar más presente, tener una red de contactos, estar disponible para otro tipo de cargos o jerarquías en las empresas”, dice Vargas.
Para Díaz, se podría decir que el deseo de adquirir nuevos conocimientos, mantenerse actualizado en nuevas técnicas, el deseo de especializarse en un campo específico y estar al día respecto de la evolución del campo profesional prevalecen sobre la motivación por mejorar el sueldo. “Los profesionales están cada vez más conscientes de la necesidad de estar actualizados y, por tanto, de que para ello, uno de los caminos es cursar un posgrado”, agrega Díaz.