Un nuevo y controversial procedimiento estético llegó a Chile y de inmediato levantó las alertas del Instituto de Salud Pública (ISP) por los riesgos que este conlleva. Se trata de un procedimiento que promete cambiar el color de los ojos pero que no está aprobado por el ISP ni por su símil en Estados Unidos.
Por este motivo Mauricio López, presidente de la Sociedad Chilena de Oftalmología, aseguró en una carta al diario El Mercurio, que “aún está en estudios y no se conocen los efectos adversos que puede tener“, agregando que “hay casos en el extranjero de pacientes con visión doble, con inflamación del ojo y también con alzas de presión ocular“. Sin embargo, el centro Vision Clinic, ubicado en Viña del Mar, ya ofrece el servicio aunque por el momento destinado a voluntarios que acceden al servicio de manera gratuita.
La clínica solo exige ciertos requisitos del paciente:
1. Hombres y mujeres entre 18 y 40 años.
2. Tener color de ojos café claro, ámbar, avellana o verde (no se incluyen en esta etapa del estudio los ojos café oscuro).
3. No tener antecedentes directos de familiares con glaucoma. No haber tenido cirugías oculares previas.
4. No haber estado en tratamientos prolongados con corticoides.
5. No tener miopía.
6. No tener diabetes.
Jenepsy Díaz, jefa del departamento de Asuntos Científicos del ISP reveló que hasta el momento no han recibido ningún protocolo de ensayos clínicos y que a pesar de no ser ilegal realizar ensayos clínicos sin la aprobación de un comité de ética avalado por el Ministerio de Salud, es éticamente y científicamente necesario porque de lo contrario “no hay evidencia científica que esté avalando la seguridad de este tipo de tratamiento“.
Además, concuerda con lo señalado por la Sociedad Chilena de Oftalmología: “Las recomendaciones para la ciudadanía es no someterse a tratamientos que no estén aprobados por un comité de ética y que efectivamente garanticen la seguridad durante el estudio y posteriormente, la eficacia de este tratamiento“.
Fabio Palma entregó su testimonio al mismo medio y señaló lo siguiente: “Sufro un poco de sensibilidad a la luz, nunca salgo sin lentes, pero estoy muy conforme con el tratamiento“. El hombre de 38 años que hace 17 vive en Barcelona, decidió someterse al tratamiento hace cinco años en España. A continuación te mostramos una imagen del antes y después de una paciente.
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