Con la llegada del verano y el aumento de temperatura, un desagradable invitado aparece en muchas de las despensas de los hogares chilenos. Se trata de un tipo de polilla a la cual le gustan principalmente los granos almacenados, como legumbres, arroz y frutos secos. Se trata de una especie que está en todo el país y en todo el mundo y su nombre científico es Plodia Interpunctella, más conocida como la «Polilla India de la Harina». Antes de llegar al estado de polilla, es una larva que habita en grietas y rincones que existen en los pisos y paredes de las construcciones o sobre la superficie de los productos; las larvas pueden perforar perfectamente paquetes de papel, cartón e incluso plástico, haciendo pequeños orificios para ingresar al producto a alimentarse.
El ciclo de transformación de huevo a polilla no supera los 26 días. Eso significa que las contaminaciones se pueden producir en distintos puntos de la cadena de distribución y almacenaje, muchas veces incluso en nuestro hogar, ya que generalmente cuando compramos estos productos en el supermercado, su fecha de elaboración es muy superior a esos 26 días. Es decir, de venir el producto infectado de fábrica, en el hogar lo encontraríamos en forma de polilla y no de larva como suele ocurrir, ya que habría tenido el tiempo suficiente (especialmente en verano) para cumplir todo su ciclo de transformación antes de llegar a nuestras casas.
Para evitar que esta plaga se desarrolle en el hogar, hay algunos sencillos consejos que se pueden seguir:
- a) Almacenar los alimentos en contenedores duros, de vidrio o plástico, y en un lugar limpio, fresco y seco.
- b) Revisar periódicamente los alimentos de la despensa y consumir primero los más antiguos.
- c) Eliminar los alimentos afectados.
- d) Mantener aseo por barrido y aspiración para evitar la aparición de polillas.
Con estas simples medidas puedes evitar compartir tus alimentos con polillas y que las larvas se apoderen de tu despensa.