El consumo diario de agua es uno de los mejores hábitos para conservar la salud ya que, además de ser parte de la composición de nuestro cuerpo, es vital para que los órganos cumplan sus funciones de forma óptima.
Desde siempre se ha recomendado el consumo de 6 a 8 vasos de agua al día para mantener unos niveles adecuados de hidratación y evitar el desarrollo de enfermedades.
No obstante, algunas veces el líquido por sí solo no es suficiente y se requiere un “plus” de alcalinidad para poder regular el pH del organismo.
Si bien algunas de las bebidas que se distribuyen en el mercado prometen brindar este efecto, lo cierto es que es más conveniente prepararla en casa a partir de ingredientes orgánicos.
Con esto no solo logramos disminuir los niveles de acidez en la sangre, sino que le proporcionamos al cuerpo una amplia variedad de nutrientes que lo benefician.
A continuación queremos compartir una receta para hacerla de forma económica, saludable y con muchas propiedades para la salud.
¡Toma nota!
¿Por qué es conveniente consumir agua alcalina?
Antes de aprender a preparar tu propia agua alcalina en casa es importante conocer cuáles son sus ventajas y por qué deberíamos incluirla en la dieta varias veces a la semana.
Para empezar es primordial conocer que el pH de nuestro organismo se mide de 0 a 14, siendo 7 el punto neutro, más de 7 el punto alcalino y menos de 7 el punto ácido.
Se estima que para que el cuerpo se conserve saludable el pH debe permanecer entre 7,35 y 7,45.
El problema es que las dietas son cada vez más ácidas y las personas no son conscientes que un gran porcentaje de los alimentos habituales son los que alteran ese nivel.
Como consecuencia, los órganos presentan una serie de dificultades para cumplir sus funciones y, dado que la presencia de toxinas se incrementa, los tejidos se deterioran y se producen graves enfermedades.
De hecho, la acidez puede conducir a la muerte de algunas células y, en el peor de los casos, las estimula hasta convertirlas en células cancerígenas.
Por esta razón es primordial mejorar los hábitos alimenticios y diariamente ingerir por lo menos un vaso de agua alcalina.
Esta bebida natural promueve la expulsión de las impurezas ácidas y equilibra el pH de la sangre para una correcta oxigenación de las células.
Su consumo regular aumenta la hidratación del cuerpo, disminuye la fatiga ypreviene los síntomas del envejecimiento prematuro tanto a nivel interno como externo.
¿Cómo preparar agua alcalina en casa?
El agua alcalina se prepara agregando sal rosada del Himalaya y limón en agua limpia y purificada. Aporta grandes cantidades de vitamina C, bioflavonoides, pectina y minerales esenciales que protegen el sistema inmunitario, digestivo y cardiovascular.
También contiene aceites esenciales como el limoneno y el alfatujeno, cuyos efectos antioxidantes ayudan a minimizar los efectos negativos de los radicales libres.
Su consumo de forma moderada contribuye a bajar de peso de forma saludable,combate la retención de líquidos y calma los dolores de cabeza tensionales.
También aumenta las energías físicas y mentales, reduciendo los síntomas del estrés y la irritabilidad.
Los pasos de preparación son muy fáciles de seguir y los ingredientes se pueden adquirir a bajo costo en las tiendas herbolarias.
Ingredientes
- 1 limón orgánico
- 1 cucharadita sal rosada del Himalaya (5 g)
- 2 litros de agua purificada
Preparación
- Desinfecta el limón con un poco de agua y vinagre de manzana.
- A continuación, córtalo en varias rodajas e introdúcelo en una jarra con dos litros de agua purificada.
- Incorpora la cucharadita de sal rosada del Himalaya, remueve con una cuchara de silicona y déjalo reposar toda la noche a temperatura ambiente.
- A la mañana siguiente toma uno o dos vasos media hora antes del desayuno.
¡Para tener en cuenta!
Esta bebida alcalina está contraindicada para las personas con presión arterial alta.
La dosis no debe superar los tres vasos al día, ya que tampoco es correcto sobrealcalinizar el organismo.
Para óptimos resultados, es primordial apoyarla con el consumo de 6 vasos de agua al día, una alimentación rica en antioxidantes y la práctica habitual de actividad física.
Asimismo, se debe reducir el consumo de comida rápida y enlatada, dado que son una fuente potencial de toxinas.
Fuente: Mejorconsalud