¿Cómo se forma un tsunami?

Todos hemos sido testigos de uno de los grandes tsunamis de la historia como fue el del sudeste asiático acontecido el 26 de diciembre de 2004.

Un ejemplo más de la siempre impredecible naturaleza, cuyos caprichos ocasionales nos hacen darnos cuentas de nuestra insignificante posición en la Tierra. El tsunami comienza en un mar que retrocede peligrosamente para regresar en forma de altas olas que arrasan con todo a su paso, desequilibrando islas y zonas costeras por completo.

Cuando el mar se eleva

La palabra tsunami, de origen japonés, significa «gran ola en el puerto». Y es que, para ser considerado como tal, el tsunami debe suceder en una zona cercana a la costa.

Sin embargo, ¿qué es lo que llega a provocar estas olas de hasta 30 metros? 

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El origen del Tsunami nace en las placas tectónicas bajo el mar. El impacto de una de ellas al chocar con otra rebota en el fondo marino en forma de terremoto. Sin embargo, para que se produzca un tsunami debe ser un maremoto superior a los 7 puntos de la escala Richter, la intensidad suficiente para impacta en el fondo marino y desestabilizarlo. Esto depende del deslizamiento del lecho marino al chocar las placas el modo en que la ola impactará en la costa, pues si en ocasiones las aguas penetran en la tierra sin necesidad de retroceder, en otras la inclinación del lecho tras el impacto de las placas atrae el agua del mar para devolverla con mayor impacto.

El 86% de los tsunamis son provocados por el impacto de las placas tectónicas, entre las cuales encontramos la filipina, la indo-australiana o la pacífica en lo que respecta al océano Índico y Pacífico, masas de agua que han provocado el mayor número de tsunamis contemporáneos, como es el caso del sucedido en el sudeste asiático en 2004, en Japón en 2011 o el último, el de la isla filipina de Bohol, en 2013.

El resto de tsunamis que no son provocados por maremotos suelen producirse tras una erupción volcánica.

Seguro que muchos intuían cómo se forma un tsunami, sin embargo, nunca está de más explicar los motivos del que es uno de los más mortíferos fenómenos naturales del planeta. Todo se inicia allá abajo, en ese puzzle tectónico cuyos caprichos se traducen en un océano cuyas olas se convierten en el mayor enemigo de un ser humano al que tan sólo le queda correr despavorido. Sólo esperamos que las veces en que esto suceda sean cada vez menos.