¿Qué nos dicen los investigadores? Que la longitud de nuestro dedo anular puede determinar el grado de exposición a la t a la que estuvimos expuestos mientras estábamos en el útero. Esta exposición a la testosterona va a tener un importante efecto en nuestro comportamiento y hacernos más o menos susceptibles a las enfermedades.
Dedo anular vs. dedo índice
Los dedos en los que nos tenemos que fijar para saber qué dicen de nosotros mismos son el dedo anular y el dedo índice.
Los científicos han llegado a ciertas teorías en cuanto al largo de los mismos. Tanto es así que han establecido 3 categorías en las cuales puedes identificarte tú.
Mano A
Si tu dedo anular es más largo que el índice, estás en esta categoría. Según los estudios, si tu mano coincide con la A eres una persona ¡encantadora! ¿Por qué? Porque la exposición a la testosterona ha sido mayor y esto provocó este tipo de rasgo en la personalidad.
Qué más características posees si estás dentro de esta categoría. Eres una persona que no teme los riesgos ni a nada, muy segura de ti misma, extravertida y ¡coqueta! También, puedes ser en ocasiones algo agresiva. Ser segura de ti misma te confiere cierto atractivo y también éxito profesional.
Mano B
Si, en cambio, tu dedo anular es más corto que el índice tu rasgo principal es el de ¡líder! Eres una persona muy activa, te aburre la monotonía, respondes siempre rápidamente y eres toda una inspiración. Tu seguridad atrae a los demás quienes te toman como una fuente de respuestas. Siempre estás buscando cosas nuevas.
Si estás en esta categoría tienes tendencia a padecer de alergias, eccemas, entre otras enfermedades de las que eres muy propenso. Sabes disfrutar del tiempo libre y de tu soledad.
Mano C
En esta última categoría, los dedos índice y anular tienen la misma longitud. La característica principal de los que están en este tipo es “el buen comunicador“. Eres una persona a la que la gente va en busca para contarle sus secretos, por lo tanto, te ven como alguien de confianza. Saben que estarás dispuesto a escucharlos y a opinar sin juzgar.
Sabes escuchar, eres pacífico, amistoso, solidario y muy comprensivo. No te gusta hablar demasiado, aunque tengas muchas cosas que decir. Eres muy organizado, cariñoso y fiel en las relaciones de pareja.
Después de esto… ¿de qué tipo eres tú?
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