Concéntrate en tus propósitos y sin duda los alcanzarás

Existen personas que logran sus metas con facilidad. Incluso parece que no se esfuerzan para lograrlas. También existen otro tipo de individuos a los que siempre los persiguen las desgracias.

Nuestra mente tiene una habilidad impresionante: el poder concentrarse en algo. Si está poco desarrollada, muchas tareas parecen imposibles. Si sabes concentrarte bien, te sumerges en el trabajo y no te distraes en asuntos irrelevantes, en este caso parece que todo te sale bien sin ningún esfuerzo en especial.

Nuestra mente tiene un mecanismo especial: sistema de activación reticular (SAR). Se encarga de filtrar la enorme cantidad de datos que nuestro cerebro tiene que tratar constantemente, y entre toda la información encuentra lo más importante para cada momento específico. Sin esta función, nuestro cerebro se hubiera fundido como un foco eléctrico.

Hay un dato importante: SAR encuentra entre los miles de millones de bits sólo aquello que le ordenamos buscar. Nosotros mismos ajustamos su punto de enfoque.

Este punto se puede comparar con lentes que tienen vidrios de colores. Cada vez que nos ponemos los lentes, el mundo alrededor cambia su color. Si los vidrios son de color rosa, el mundo se pintará de rosa; si son oscuros, el mundo también se pondrá más oscuro.

Este es un motivo importante para concentrarse únicamente en las cosas positivas. Cuanto más pensamos en lo bueno, más eventos buenos suceden con nosotros.

Del punto de enfoque dependen aquellos pensamientos que ocupan tu mente. Si en este momento lo que más te preocupa es el dolor en tus ojos, sólo tienes pensamientos relacionados con los ojos: cuánto te duelen, que tu abuelo tenía cataratas y que probablemente por eso es que te duelen también, o si no, tratarás de encontrar otra explicación a eso, y buscarás la manera de solucionar el problema. Si estás enfocado en una carrera maratónica, pensarás si los tenis que tienes puestos son cómodos o no, si no, pensarás que necesitas conseguirte unos que sí lo sean.

Lo mismo sucede con lo demás. Somos capaces de darle una orden a nuestros pensamientos. Ya sea sufrir durante días con el dolor en los ojos, o pensar en sacar una cita con un oftalmólogo y comprar una gotas que alivien el ardor.

Siempre encontrarás lo que buscas. Si nos concentramos en encontrar los motivos para estar seguros de que podemos lograr lo que deseamos, los descubriremos de inmediato. Si nos enfocamos de otra forma, encontraremos mil justificaciones que nos dirán que es imposible lograr nuestras metas.

Es muy sencillo: sólo tienes que concentrarte en qué es lo que quieres ver en tu vida.

Muchas personas conocen la sensación de “mala suerte“, cuando parece que todo el mundo está en tu contra. Pero la verdad es que el mundo no es ni malo ni bueno, no tiene favoritos, pero sí tiene sus leyes.

Las personas más exitosas en este planeta de manera intuitiva las comprenden y prefieren jugar según las reglas. Sólo piensan bien de sí mismas: ”soy inteligente“, “tengo suerte”, ”puedo hacerlo todo». Sus pensamientos atraen el bienestar a sus vidas.

Esta ley también funciona al revés: las desgracias le suceden a una persona cuando está segura de que está destinada a fracasar. Cuando cree que es débil y que el mundo es cruel y complicado, y cuando actúa con esa convicción. Este punto de enfoque sólo va a traer desgracias a tu vida.

Nuestros pensamientos influyen en nuestra vida y, a su vez, son influidos por el punto de enfoque que podemos cambiar conscientemente.

Compruébalo por tu cuenta. Concéntrate en las cosas que quieres tener en tu vida: felicidad, amor, dinero, éxito. Al modificar tus pensamientos, cambiarás tus sentimientos y acciones. Acostúmbrate a pensar en tus mayores deseos más frecuentemente. Verás cómo cambiará tu vida.

Fuente: Elite Daily
Traducción y adaptación: Genial.guru