«Hay Juli López pa’ mucho rato. Solo me queda decirles Amén, Amén, Amén. Dios los bendiga». Con esa frase esperanzadora cierra su misiva la modelo colombiana y jugadora de fútbol, condenada en China a 15 años de cárcel, que fue detenida en el aeropuerto de Cantón hace un año, el 18 de julio del 2015, con 610 gramos de cocaína camuflada en un ordenador.
Juliana López Arrázola, de 22 años, hija única, buena estudiante, presentadora de un programa musical y miembro del grupo juvenil de su parroquia, escribió la carta de puño y letra días antes de conocer la sentencia. Pese a su dramática situación, puesto que en ese momento podía ser condenada incluso a cadena perpetua o a la pena capital, la joven transmite serenidad, amor a los suyos, religiosidad y fe en el futuro.
«Solo hay un juez y estoy segura que nos está escuchando y va a hacer su obra en mí. Totalmente confiada en él que todo lo puede», indica Juliana, nacida en Medellín en el seno de una familia de clase media.
Aceptó hacer el viaje con la droga hasta China, porque le prometieron el equivalente a 2.500 euros. Ni su madre ni sus tías, a las que se siente muy unida, sospecharon nada cuando la chica inició la travesía. «Gracias familia por creer en mí, gracias amigos por estar en la adversidad, gracias Dios por esta prueba, gracias mamá por ser una luchadora incansable. Gracias, gracias, millones de gracias a todos ustedes».
También agradece al Consulado de Colombia su apoyo y a sus compatriotas las muestras de cariño que ha recibido. «Gracias, gracias, gracias por sus oraciones, son mi fortaleza. Gracias por sus deseos; por creer, son ustedes los que día a día me recargan de energía desde la distancia», agrega en la misiva que reveló el periódico bogotano El Tiempo.
El fallo del tribunal lo dio a conocer el diario oficial Nagfang Daily esta semana. Juliana, que saldrá libre cuando tenga 37 años, tuvo suerte porque en un principio se especuló que podría pasar el resto de su vida tras las rejas. Según narró el citado periódico, las amenazas de muerte que recibió para obligarle a cumplir la misión por parte de los narcos que le contrataron, así como su buen comportamiento y la aceptación de los hechos, aconsejaron al tribunal emitir un fallo más suave.
La chica contó a los jueces que quería el dinero para presentarse al concurso de belleza Miss Mundo Antioquia que requería un gasto alto en vestuario.
Según dijeron personas cercanas a la modelo, Juliana dedica su tiempo en prisión a aprender francés y mandarín y a hacer gimnasia. Intenta estar ocupada la mayor parte del tiempo para disipar la tristeza. Su familia no puede visitarle como querría. En China los delitos de narcotráfico son duramente castigados por los estragos que las drogas, en especial el opio, causaron al país en algunos momentos de su Historia.