¡Conoce cuáles son las siete leyes del deseo amoroso!

Comprender cómo funciona el deseo amoroso y cómo éste sigue una serie de leyes que explican los fenómenos de pareja más complejos, es necesario para establecer relaciones  sanas y felices

¡Conoce cuáles son las siete leyes del deseo amoroso!

Autor: Javiera Plaza

Comprender cómo funciona el deseo amoroso y cómo éste sigue una serie de leyes que explican los fenómenos de pareja más complejos, es necesario para establecer relaciones  sanas y felices. Por esto Iñaki Piñuel, psicólogo  de la Universidad Complutense de Madrid y Executive MBA, entregó en su libro «Las 5 trampas del amor» una serie de consejos que te pueden ayudar en la tarea de mejorar tu vida amorosa.

Los celos, la rivalidad, la envidia, los triángulos amorosos, el «donjuanismo», la violencia doméstica o el apego son algunos de los problemas más comunes dentro de las uniones violentas o tóxicas, desde donde es muy difícil encontrar una salida.

Por lo anterior, te presentamos las siete leyes del deseo amoroso según Infobae, las cuales te pueden ayudar a encontrar el equilibrio en una relación de pareja adecuada con vínculos sanos y duraderos

El deseo no es espontáneo, sino copiado del otro

Los deseos humanos son prestados por quienes se convierten en modelos: Por medio de la observación atenta se puede rastrear quiénes, en el pasado, fueron los modelos que designaron cuáles serían los futuros objetos amorosos.

«La propaganda romántica nos lleva a creer la mentira de que deseamos desde un fondo personal o individual», detalla el psicólogp. Por eso es importante es conocer el origen de la base de ese sentimiento y reconocer si se quiere vivir en la verdad y aplicar la sabiduría interior en las relaciones que se tienen.

El deseo depende de un modelo

Es habitual que se conviertan en ejemplo aquellos que conviven más cerca de una persona, ya sea física o emocionalmente: Padres, hermanos, profesores, compañeros de trabajo, amigos o parejas. De allí se desprende el hecho de que los «modelos a seguir» suelen ser los seres humanos más cercanos. Por eso, la confluencia de los deseos entre modelo e imitador es por lo tanto algo esperable y no algo excepcional.

El deseo se refuerza si encuentra oposición o dificultad y se debilita y desaparece tras su consecución

Cuanto mayores sean las dificultades por alcanzar a la persona que uno cree que le gusta, más grande será el deseo. Son muchos los que quedan «prendidos y prendados» de deseos intensos por los objetos amorosos más imposibles, entablando relaciones afectivas con narcisistas extremos, mujeres fatales, bad boys y psicópatas integrados.

La mutua imitación entre ambos miembros de la pareja crea reciprocidad

La imitación del imitador sobre el modelo puede y suele revertirse produciendo un doble vínculo en el que el imitador se transforma en el modelo y el modelo en el imitador. De esta forma se originan todo tipo de «escalamientos miméticos», tanto positivos como negativos.

La reciprocidad negativa ocasiona un conflicto sin objeto

Una de las consecuencias más «increíbles» del mimetismo y de la violencia exacerbada que genera entre las parejas es cuando estas se convierten en mutuos imitadores debido a la desaparición del objeto de deseo a medida que avanza el litigio.

«La rivalidad mimética» entre las parejas frecuentemente culmina en situaciones violentas, en donde no hay mediación posible. Esto se da en los divorcios, en donde, a partir de un determinado momento la pelea se desplaza sobre uno de los miembros de la pareja, que es tomado como un objetivo al que hay que vencer.

El mecanismo mimético hace pensar que la culpabilidad es del otro y que este fue quien inició el conflicto

«Los mitos son la historia que nos contamos a nosotros mismos para poder entender algo que nos resulta incomprensible. Pretendemos así obtener una explicación y dotarnos de una representación del problema que nos está ocurriendo», expresa Piñuel.

El escalamiento violento fundamentado en la imitación mutua termina con la destrucción mutua asegurada de ambos miembros de la pareja

A partir de determinado momento, aquellos que forman parte de un vínculo que se encuentra en constante conflicto, se imitan y sobrecompensar el antagonismo del otro. La única posibilidad de escapar al conflicto y a su derivación en la violencia cotidiana es constatar y detectar si se tiene un carácter mimético, además de reconocer cuál es la causa auténtica que genera esto.

Con información de INFOBAE. 


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