Un templo construido para rendirle culto y adoración al diablo ha sido construido en el departamento de Quindío (Colombia) y está generando una gran polémica en este país.
Para la congregación que forma parte de este templo, Lucifer es considerado un ser de luz.
La edificación se encuentra en la zona rural del municipio de Quimbaya y fue construida por la denominada Iglesia Luciferina Semillas de luz que, según su fundador, Damián Rozo, costó 400 millones de pesos, fondos que fueron recaudados por más de un millón de asociados que pertenecen a esta congregación.
En declaraciones para la cadena radial colombiana Blu Radio, Rozo dijo que su comunidad le rinde culto a un ángel de luz que se reveló ante Dios y fue expulsado del paraíso. Para ellos, Dios es considerado un dictador. ‘’Hay que aclarar que nosotros no adoramos a Satanás ni hacemos sacrificios, nosotros veneramos a Lucifer que es nuestro Dios y eso no tiene nada que ver con el demonio como creen algunos”, afirmó Rozo en la entrevista.
El templo ha sido rechazado por la comunidad de la región que, en su mayoría es católica, y ha levantado toda clases de críticas negativas.
Carlos Eduardo Osorio, sacerdote y gobernador de Quindío, habló sobre la situación y declaró la ilegalidad de la organización.
“Eso es ilegal, la Corte Constitucional dijo muy claro que eso no es un culto y por eso, no se puede amparar en la libertad de culto”, dijo el gobernador, según un artículo publicado en el diario colombiano El Espectador.