La cantante Taylor Swift se ha hecho conocida por sus pegajosas canciones country y pop, y también por tener una figura envidiable. Realmente pareciera que fuese de esas personas que no engorda, sin importar lo que come. Pero tiene un estricto régimen tras su apariencia.
Ella sigue una dieta saludable en gran parte, para no correr riesgos, ya que en el pasado sufrió problemas de sobrepeso. Conoce los detalles de su rigurosa alimentación:
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Desayuno
Comienza las mañanas comiendo panqueques de trigo con jamón, queso parmesano y huevo frito, acompañado por un jugo de naranja. Los productos con que cocina deben ser bajos en grasa, azúcares y gluten.
Almuerzo (en la semana)
Swift intenta cocinarse la mayoría de sus alimentos, habiendo aprendido de la chef Ina Garten. En el mediodía de lunes a viernes come ensaladas, yogur o pequeños sándwiches. En el 2013 comentó a Vanity Fair que un emparedado de pollo con una limonada es un ejemplo de su «almuerzo».
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Confiesa que sí rompe la dieta, en especial los viernes por la noche, cuando come pizza o hot dogs y galletas, que intenta dejar sólo para los fines de semana, y en algunas comidas.
Además de mantener sus horarios y porciones, Swift intenta entrenar cuando puede. Y seguro, su trabajo requiere mucho baile. Mantenerse en movimiento ayuda mucho también.
No parece tan imposible, ¿verdad?