El artista Aram Bartholl creó hace un tiempo a los «Dead Drops». Esta es una red anónima de intercambio de archivos, que se realiza en espacios públicos y para la que no se necesita conexión. Es decir: archivos multimedia en diversos puntos de la ciudad, que todos pueden compartir libremente.
Así, puedes encontrar dispositivos USB que están en murallas, bancas, esquinas u otros objetos que son parte de la calle. Están expuestos a todo el mundo, y puedes copiar o dejar archivos de estos USB cuantas veces quieras.
Cuando se instalan, las memorias están vacías, a excepción de un documento de texto que explica en qué consiste el proyecto. Es algo totalmente abierto, e incluso si te contactas en su página web, puedes hacer que instalen un Dead Drop en tu barrio.
Bartholl, su creador, es un artista multimedia que ha dedicado parte de su carrera a revisar la relación entre el mundo físico y el mundo digital. Dead Drops une tanto la tecnología, como el uso de espacios públicos, y a nosotros con la ciudad en la que vivimos.
El 2010 comenzó todo, cuando se instalaron los primeros 5 dispositivos en Nueva York. Desde entonces ha ido creciendo.